Se acerca el año nuevo lunar chino. Recuerdo que en el mismo periodo del año pasado, un grupo artístico de Guizhou formó parte de las actividades del “Feliz Año Nuevo Chino” para traerle al pueblo mexicano el auténtico canto y baile tradicional de las etnias minoritarias chinas y la exposición del patrimonio cultural intangible de la provincia. A inicios de este mes, tuve la oportunidad de visitar Guizhou durante cinco días, siendo así testigo de su desarrollo acelerado, continuo y sano, y descubriendo el misterio de su milagro de desarrollo.
Guizhou, situado al sureste de China, tiene una extensión de 176 mil kilómetros cuadrados, donde predominan las mesetas, montañas y colinas. Era una zona de acceso difícil, con pocas tierras cultivadas y malas condiciones para el cultivo, y se le consideraba sinónimo de pobreza y atraso. No obstante, desde 2003, la economía local ha mantenido un crecimiento de dos dígitos durante 15 años consecutivos, y la cifra ha ocupado, desde 2011, los primeros tres puestos de todas las 34 regiones administrativas de China.
Hay un dicho chino: para enriquecerse, primero hay que construir carreteras. El difícil acceso debido a las montañas impidió durante largo tiempo el desarrollo de Guizhou. El gobierno local inició la construcción de su primera autopista en 1986, y hasta finales de 2015, la longitud de las autopistas excedía 5,100 kilómetros, conectando todos los 88 distritos. 15 autopistas le conectan con las regiones vecinas. La mejora en el transporte ha impulsado su acelerado desarrollo. En 2016, 1.2 millones de habitantes de 6 distritos y 60 aldeas abandonaron la pobreza.
Hace más de 2,000 años, Guizhou fue un canal importante que conectaba a China con el mundo. A través de la ruta comercial del té y de los caballos y la Ruta de la Seda meridional, que pasan por la Meseta Yunnan-Guizhou, la seda y el té de China llegaban al sur de Asia. Hoy día, aprovechando su privilegiada ubicación geográfica a lo largo de la Franja y la Ruta, Guizhou, dependiente de las estrategias del “big data” y “big ecology”, es uno de los pioneros en la reforma y apertura del país. El acelerado desarrollo de la industria de “big data” atrae empresas mundialmente famosas como Qualcomm, HP, Microsoft e IBM. En tanto, saca al máximo sus ventajas en la ecología y cultura étnica, enriqueciendo el contenido cultural y humanista de sus productos turísticos, y ha creado su propia marca del turismo de montaña.
El milagro de desarrollo de Guizhou, logrado por su adhesión a la concepción del desarrollo innovador, coordinado, ecológico, abierto y compartido, es un trasunto de los cambios de China durante los pasados 40 años con la política de reforma y apertura. En el informe del XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China, se señala que para construir integralmente una sociedad modestamente acomodada hasta 2020, China persistirá firmemente y profundizará sin cesar en la reforma y apertura. Guizhou y México tienen muchas similitudes en cuanto a sus condiciones de desarrollo, por lo tanto, si fortalecen el aprendizaje mutuo e intercambian sus experiencias de desarrollo, obtendrán sin duda alguna el desarrollo y la prosperidad común.