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Los 7 logos de la campaña de Meade

OPINIÓN

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- ¿Quieres confirmar que la campaña es un caos? Mira cuántos logotipos hay –me dijo a condición de anonimato uno de los colaboradores, con un gesto de frustración y tristeza. Se refería a la campaña de José Antonio Meade con el PRI, el Verde y Nueva Alianza a la Presidencia de México. Conté los que han aparecido desde diciembre, cuando fue anunciada la precandidatura, en anuncios, fotos y eventos, registrados en la página oficial de Meade en Facebook. Usé este método para estar segura de que sí, la campaña sabe que se usaron. El resultado fue la confirmación de que, hasta ahora, en un mes y medio han usado siete logotipos distintos para identificar al mismo candidato, en la misma precampaña. Logotipo para eventos del PRI. José Antonio en letras mayúsculas verdes y Meade en rojo, debajo. Según el sitio del evento, ha tenido variantes como el logo del partido a un lado o una foto de Meade junto a su nombre. Logotipo para eventos de Nueva Alianza. Meade todo en minúsculas blancas y eslogan #DeCiudadanoaCiudadano. Hasta aquí, podría tratarse de un candidato postulado por dos partidos -no encontré algún logo particular para el Partido Verde, que también lo postula- que quieren mantener cada uno su identidad. Lo inexplicable son los otros cinco logotipos, que todos juegan con los colores del PRI y se han usado simultáneamente para anuncios de televisión, redes sociales y eventos. En unos le llaman "Pepe", en otros "José Antonio"; en unos le ponen "2018", en otros "18"; unos tienen todo el apellido blanco, otros la M roja y el resto gris, y así sucesivamente. Creo que el caso más extremo fue un encuentro en Ciudad de México con el aspirante por el PRI al gobierno local, Mikel Arriola, en el que usaron dos logos distintos para divulgar el mismo evento. ¿Por qué este asunto de los distintos logotipos no es una frivolidad? Porque explica los niveles de decisión en el equipo de campaña y su falta de coordinación. Debajo de los "grandes estrategas", Alejandra Sota y Alejandro Quintero, están lo que ellos llaman "el equipo de siempre de Pepe", "el equipo de Videgaray, que trajo Nuño", más "el equipo del partido". Solo un puñado de los colaboradores está cobrando, y más de uno se siente comprensiblemente preocupado por saber de qué vivirán el resto de los meses de campaña, pues hasta la segunda semana de enero solo había dinero para los del partido y los que estaban en la estructura "oficial". Así como pululan los logotipos, también lo hacen las iniciativas que no llegan a concretarse, los eventos que tienen muchos cabos sueltos, las autorizaciones para cuestiones urgentes que pasan por tantas manos, enfrentadas a veces entre sí, que terminan demorando una eternidad. En 2006, a esta fecha, Felipe Calderón también estaba 10 puntos debajo de Andrés Manuel López Obrador. Pero la cuesta, esta vez, parece que comenzó desde adentro.