El que ya le bajó a las copitas es René Ortiz de Kabah. Anteriormente se aventaba un año sí y otro no en tomar. Ahora ya no cumple esa costumbre, pero lo que hace es que deja de salir y de tomar el primer mes de cada año. Y como les mencioné la semana pasada de que estaba muy enamorado de su pareja Daniela, también ella le hace muy bien y es una de las razones por las cuales se controla más.
Porque mi querido René es muy fiestero y le gusta entrarle a las cucharadas, pero cuando de disciplina se trata, es de las personas que más se saben controlar. Incluso le ha metido duro al ejercicio que ya hasta cuadritos tiene. Algo tendré que aprenderle al popero.
Sobre todo, en cuanto a su relación, porque en este mundo del showbizz no es nada fácil y las relaciones formales en el medio son poco estables y complicadas. Es muy común ver divorcios, infidelidades y vinculaciones a muy corto plazo. ¿La razón? No hay una respuesta ni un hilo negro. Lo que sí, es que el estar encerrado tantas horas durante meses o esas largas giras de teatro o de música con las mismas personas, crean chispas que se convierten en una aventura pasajera. Es un mundo en donde casi todos ya tuvieron algo que ver con algún otro.
Es muy ordinario que a muchos les toque trabajar por más de una ocasión con algún ex, o con alguien a quien se les relacionó en algún escándalo. Sigo apostándole a que se nos casa.
El que no aprendió de los errores de sus compañeros fue Aldo Guerra. El actor mandó fotos íntimas de su herramienta. Son muchos los que han tropezado con la misma piedra como David Zepeda. Pero es muy fácil, simplemente no saquen sus caras y sepan bien a quién se las van a enviar. Es triste no poder confiar en la gente al mandar cosas privadas, pero es de idiotas estar mandándole a todo mundo y más aún enseñando el rostro. Ése es el problema de tener relaciones virtuales y digitales en lugar de estar físicamente con tu pareja. De ese modo no habría necesidad de mandar nada, si ahí la tuvieras en vivo y a todo color.
La semana pasada vino José Antonio Meade a las instalaciones de Grupo Formula, en donde yo colaboro en un programa de espectáculos con Shanik Berman. El precandidato vino para que lo entrevistáramos y de verdad que es una persona sumamente sencilla. Me dio la impresión de que es una persona que, sin duda, va a hacerle muy bien a mi país. Se ganó mi confianza.
El político saludó a todo mundo y en ningún momento estuvo en un papel de intocable. Lejos de estar subidito o de pedir algunas cosas especiales, el priista nunca dejó de estar con los pies en la tierra. Aprovechó para entrar a todos los programas de entretenimiento a diferencia de muchos que sólo asisten a los de política.