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Buena calificación dejó la Universiada

OPINIÓN

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El resultado de la Delegación Nacional en la recién terminada Universiada Mundial que se llevó a cabo en Taipéi es bastante bueno, pues nunca en la historia se habían conseguido esa cantidad de medallas, 22, así como la ubicación en la tabla general es extraordinaria, al quedar en 13 con seis de oro, cinco de plata y 11 de bronce, sin embargo, es válido hacer un análisis objetivo en varios aspectos relacionados con esta participación exitosa y lograr entender la trascendencia con respecto al propio deporte estudiantil, así como con el inicio del ciclo olímpico hacia Tokio 2020. Lo relevante sin duda tiene que ver con la gestión que se logró entre el organismo rector del deporte estudiantil universitario en el País, el CONDDE, con la propia Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, así como con la Federaciones Nacionales para que se conformara la mejor delegación posible con los atletas elegibles por su alto nivel deportivo, algunos de ellos de selección nacional mayor o primera fuerza, con estudios de educación superior formales para ser avalados como estudiantes deportistas, sin que necesariamente emanaran de los procesos internos del propio sistema deportivo estudiantil. Lo que se tendría que cuidar es la formalización de sus procesos de selección para definir a los atletas que tendrían derecho a participar en este tipo de eventos, ya que en esta ocasión hubo deportistas a quienes se les había confirmado su participación y fueron dados de baja para que entraran otros, dentro del proceso de gestión con federaciones, lo que generó malestar y cuestionamientos innecesarios por una mala planeación y falta de documentación formal el proceso de selección para asistir al evento. En un alto porcentaje, los atletas medallistas se desarrollan en el deporte federado y que han logrado obtener beneficios gracias a Universidades que además de promover el deporte internamente, también otorgan becas a atletas elite que les permita un desarrollo integral, tanto en el deporte, lo personal y lo profesional. Es por lo anterior, que el CONDE no deberá echar las campanas al vuelo, pues será importante que aprovechen éste éxito para impulsar de una manera más agresiva el desarrollo interno entre las Universidades afiliadas al organismo y que también esto sirva de evaluación de sus programas, más allá de la gestión realizada. Difícilmente podríamos equilibrar lo que sucede en término de resultados en los países en materia de deporte con relación al de carácter estudiantil, pues si bien hay países que basan su modelo en esa línea, hay otros tantos que son grandes potencias en el máximo nivel y que tienen muy bajo perfil en relación con el Universitario, situación en la que México estaba hasta antes de éste evento.   Columna anterior: Palabra de alto rendimiento