El “dedazo” de Andrés Manuel López Obrador en favor de Claudia Sheinbaum para la candidatura al gobierno de la Ciudad de México – como lo adelantamos en este espacio hace diez días—confirmó dos cositas: Una, que el “método de selección” creado por los priistas, y utilizado por el tabasqueño, sigue siendo efectivo. Dos, que la “línea, unidad y disciplina, también inventada y renovada por el PRI del Siglo XXI, funciona en Morena.
Los supuestos contrincantes de la “señito Claus”, quienes participaron en la falsa contienda y en la inexisten encuesta aceptaron sin chistar – excepto Ricardo Monreal—la decisión del dueño del partido, y al igual que los priistas corrieron a alzarle la mano a la “ganadora”, diciendo cosas bonitas de su persona: Tú eres la mejor, la única, la indiscutible… por la que “babea” Andrés Manuel, entre otros piropos.
Los analistas bisoños, quienes se dijeron sorprendidos por el resultado de la “encuesta fantasma”, quisieron asustar con el “petate del muerto” a los morenistas diciendo que el “dedazo” de Andrés en favor de “Claus”, había “cimbrado a Morena”, nada más porque Ricardo Monreal salió medio encabronado de la reunión donde se anunció la decisión, dejando entrever que podría “chaquetear” pasándose al PRD para que éste le diera la candidatura que le negaron, la cual, según él, la tenía merecida y asegurada, de acuerdo a sus propias. “La lealtad debe ser acompañada de la dignidad, y esa no tiene precio”, declaró Ricardo. Aunque no aclaró si en pesos o en dólares, comentaron los integrantes de las hordas, bandas, tribus, pandillas, mafias… que también pululan en el partido de Andrés.
La realidad, acotan los observadores políticos objetivos e imparciales, es que Monreal y los “derrotados” no son nada ni nadie fuera de Morena. Unos y otros recibirán su recompensa si es que Andrés Manuel gana en el 2018; y aun perdiendo les podría ir bien con algún hueso en alguna de las Cámaras.
La duda de algunos “morenos” es si la señora Sheinbaum tendrá la habilidad política, la fuerza, el carácter… para ganar la elección el próximo año. Aún con el apoyo incondicional de López Obrador. A sus detractores la señora Sheinbaum les respondió: “Acusan dedazo porque soy mujer”. A lo que aquéllos, encabezados por Monreal, podrían cantarle a Andrés la melodía que interpretaba Pedro Infante que dice: Qué te ha dado esa mujer, que te tiene tan engreído, querido amigo…” ¡Pues yo no sé lo que me ha dado, pero cada vez que la veo venir, babeo! Podría responderles aquél.
Tratando de engañar con la verdad a la sociedad y a la opinión pública, López Obrador tuvo el cinismo de declarar: “En Morena se respeta la voluntad de los ciudadanos. No es como el PRI o como el PAN. Esos partidos practican el dedazo y ahí decide la mafia en el poder; en Morena decide el pueblo”. Bueno, se le olvidó agregar: ¡El pueblo soy yo, y se chingan!
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