Dentro y fuera del PAN, Ricardo Anaya está acorralado y, para salvar su reputación y prestigio político, salió a declararle la guerra al gobierno federal y al PRI.
Lo hizo después de que el periódico El Universal publicó un reportaje que muestra cómo fue que la familia política del dirigente panista incrementó sus propiedades en 14 años.
En términos de reglas no escritas, para Ricardo Anaya esas reglas se rompieron porque ventilaron cosas de la familia. Y la responsabilidad del reportaje se la adjudica al PRI-gobierno.
Esa es la verdadera razón por la que declaró “un estado de guerra”; sin embargo, el rompimiento no es de ahora, se había dado meses atrás y hay varios capítulos que dan cuenta de eso.
Un momento de esta ruptura fue el 21 de mayo cuando, de manera sorpresiva, incluso para los propios panistas, anunció, junto con la perredista Alejandra Barrales, la creación del Frente Amplio Democrático (FAD).
Lo hicieron en el momento en que el panista sufría fuertes presiones de sus correligionarios para que definiera si iba a jugar como árbitro o como protagonista en la sucesión presidencial.
Respondió de manera evasiva sobre el proceso interno, pero del FAD no dejó lugar a dudas: fue creado para quitarle la Presidencia al PRI en el 2018.
El anuncio no gustó nada en Insurgentes Norte ni en los Pinos.
Con todo y todo, después de las elecciones del 4 de junio, una vez que se conocieron los resultados preliminares de Coahuila que no favorecían al PAN, Anaya quiso revivir las concertacesiones.
Buscó a dirigentes del tricolor y les ofreció no impugnar el resultado del Edomex a cambio de que aceptaran la derrota en Coahuila. No hubo acuerdo y el tema está por resolverse en los tribunales.
El capítulo más reciente del rompimiento fue la semana pasada, cuando la Comisión Permanente del PAN bloqueó el pase automático del Procurador, Raúl Cervantes, a la Fiscalía General de la Nación.
Este hecho también generó molestia en el gobierno y en el PRI.
En su defensa, Anaya y sus legisladores acusan al tricolor por la falta de acuerdos. Incluso recuerdan que el presidente Peña Nieto envió al Senado de la República una iniciativa para quitar el pase automático y son priistas los que se han negado a dictaminarla.
Sobre las presiones de Anaya en el PAN, cada vez son más las voces que vaticinan el fracaso del FAD, porque los panistas han dado más que su contraparte.
A personajes como Margarita Zavala les parece que su presidente ha hecho negociaciones de “primaria” como en la CDMX, donde el candidato será un perredista y el PAN lo apoyará.
Vicente Fox, a su vez, ha dicho que el FAD se creó con ánimos de venganza y no hay garantía de que “echando montón” puedan ganar.
En su defensa, cercanos a Ricardo aseguran que el FAD va porque va. Y la declaración de guerra contra el gobierno y al PRI es un anticipo de lo que viene en el proceso electoral 2018.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “Si el enemigo se equivoca, no lo distraigas”.
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