No conozco personalmente a Ildefonso Guajardo, secretario de Economía del gobierno federal, pero he escuchado de quienes sí lo conocen que es un político sensato, un funcionario serio. Es un economista de 60 años con trayectoria en la administración pública. Ha sido funcionario del gobierno federal en distintas ocasiones, también funcionario en Nuevo León y dos veces diputado. Es de los que no se ha metido en problemas durante este sexenio y eso es mucho decir.
En estos días está comenzando el reto más grande en su carrera política. Ni más ni menos que encabezar las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Es bueno que sea él, y no alguien más del actual gobierno, quien nos represente en esta contingencia, en este incidente. Porque esta renegociación no es otra cosa. Recordar que fue exigida por el gobierno de Estados Unidos. Todos sabemos que desde que era candidato, Donald Trump dejó clara su pretensión de modificar los términos del acuerdo comercial o de lo contrario retirarse del mismo. Hay que tener en cuenta que el artículo 2205 del TLC dice que "un país puede retirarse con sólo dar aviso a las demás partes con seis meses de anticipación".
Vale la pena recordar algunos aspectos del tratado. El 10 de junio de 1990 los tres países acordaron constituir una zona de libre comercio entre Canadá, Estados Unidos y México, el 5 de febrero de 1991 iniciaron las negociaciones, y el tratado fue firmado finalmente el 17 de diciembre de 1992, acordando su entrada en vigor a partir en 1994. El 16 de agosto iniciaron, por primera vez desde que se suscribió, la renegociación de los términos del acuerdo.
Esta sociedad con potencias del mundo, que nos hizo creer que era nuestra entrada a ese club, que seríamos, de una vez por todas, un país de primer mundo. Digamos que no fue así, pero sin duda hay aspectos muy benéficos para nuestro país.
Hace unos días, al iniciar la renegociación del tratado, Guajardo anunció que sería un proceso complicado. "Pero estoy convencido de que los beneficios que podremos lograr para nuestros países justifican ese, y cualquier esfuerzo", comentó. Dijo que buscarán que se logre un acuerdo funcional para todas las partes, o de otra forma no sería un acuerdo.
Y creo que lo más importante de todo lo que señaló fue cuando expresó que el énfasis de los trabajos debía ser en no romper aquello que ha funcionado del acuerdo, y sí en mejorar en donde hubiera espacio para hacerlo.
Estamos ante un reto, ante una oportunidad. Ojalá no se desperdicien energías en nuestro país en discusiones mezquinas, aderezadas por la época electoral. Ya Andrés Manuel López Obrador ha comenzado a decir barbaridades sobre este tema. Ojalá saquemos el provecho a esto que tanto nos ha preocupado, y podamos mejorar lo que haya mejorable. Porque desgraciadamente nuestra desigualdad, nuestra pobreza, han provocado que muchos mexicanos no puedan aún aprovechar los beneficios de esta integración.
Miércoles 15 de Enero de 2025