CITapia, historia forjada en metal

  “Muchos padres heredan a sus hijos fortunas, otros educación. Mi madre me legó trabajo y don de mando”, Juan Carlos Tapia   Una firma mexicana con apenas dos décadas en el negocio de estructuras metálicas gana reconocimiento. Juan Carlos Tapia forjó su historia y éxitos desde sus orígenes en las zonas marginadas de Guerrero, y sin mucho aspaviento opera una planta y centro de operación de talla mundial en el estado de Hidalgo. Su empresa Construcciones Industriales Tapia (CITapia) factura más de mil 600 millones de pesos anuales, y presume más de 500 proyectos para grandes firmas nacionales e internacionales, así como una especialización en energía que es uno de sus grandes activos. A partir de reconocer que esos logros no se habrían conseguido sin capital humano ese visionario ingeniero en coordinación con la Secretaría de Educación Pública y entidades como la Universidad Tecnológica Tula-Tepeji contribuyó a crear la carrera de “Técnico Superior Universitario en Construcción de Montaje de Plantas Industriales”, en el área de Hidrocarburos, así como la ingeniería Técnica en Procesos Avanzados de Fabricación. Tapia enfatiza que los cambios constitucionales y las directrices de la Sener de Pedro Joaquín Coldwell; y la Comisión Nacional de Hidrocarburos, de Juan Carlos Zepeda; requerirían mano de obra calificada. La idea es que esos nuevos profesionales sean contratados por empresas locales o por los conglomerados energéticos que están llegando al país en el entendido que México tiene un déficit de 10 mil ingenieros al año, y donde muy pocos son especializados en materia energética y metalmecánica. El tema interesa incluso al gobernador de Hidalgo, Omar Fayad quien ha empujado fuerte el proyecto académico emprendido por Tapia. Por lo pronto, CITapia comienza a cosechar ya que en estos años abrió oficinas en Houston, Texas con la idea de atender directamente a firmas de la talla de Shell, Exxon Mobile, British Petroleum que están atentas a la Reforma Energética emprendida por el presidente Enrique Peña Nieto. La ruta del dinero Resulta extraño que en el debate sobre Tarifa Cero -en relación a si Telcel puede cobrar a sus competidores interconexión por terminar llamadas en su red-, exista quien se encuentre a favor del proyecto que dio a conocer la Segunda Sala de la Suprema Corte para dar la razón a esa empresa, con argumentos tan vagos como decir que la justicia es pareja, y no debería ser distinta para la empresa de Carlos Slim que para sus competidores. Nada más que de la justicia que hablamos es en materia de competencia económica donde en México ha habido tratos diferenciados. Hablamos de 20 años de monopolio que han significado precios altos y servicios malos. Está en juego la Reforma en Telecomunicaciones con la mejoría que ha traído a millones de consumidores, y es increíble que aquellos que se envuelven en la bandera de la competencia efectiva ahora desconozcan cómo se logra esta en un mercado concentrado en manos de un solo operador. Pero resulta aún más el colmo que el ministro Javier Laynez, responsable del proyecto de la Corte no vea esto como una medida que cuida el interés público.   Columna anterior: Los ganadores del negocio Fitness