Decíamos el martes: la presunta muerte de Arturo Montiel llama al morbo de todos porque recuerda la estela de corrupción e impunidad que le antecede. Y para muestras:
- Compró a diputados locales panistas para devolverle al PRI el control de Congreso. En la elección del 2 de julio de 2000, a menos de un año de arrancar su gobierno, el PRI estatal perdió la hegemonía del congreso local y pasó a ser segunda fuerza, por primera vez, en la 54 Legislatura. El PAN tuvo 29 curules y el PRI 25. Pero Montiel, a través del hoy anti-priista Isidro Pastor, logró llegarles al precio a un grupo de 7 diputados azules que se declararon independientes y votaron en conjunto con el tricolor. ¿El premio? Los hizo candidatos ,y algunos lograron ser alcaldes, por la alianza PRI-PVEM en 2003. Al ex panista Leonardo Bravo lo hizo edil de Zinacantepec y al ex azul Aarón Urbina alcalde-terrateniente de Tecámac.
- Gastaba excéntricamente el erario. En octubre de 2003, durante la recepción que ofreció en Valle de Bravo por ser la sede de los Foros de Biarritz, ofreció, sólo en una cena, 10 botellas del exclusivísimo Chateu Petrus, con valor de 180 mil pesos a cargo de los mexiquenses, cuando pudo haber promovido las virtudes de los vinos mexicanos. El resto del evento se cotizó en 10 millones de pesos en total.
- Fue pionero en la discrepancia entre ingresos y adquisiciones. Al final de su mandato, sumaba 30 años como servidor público en los cuales Montiel habría podido ahorrar 26.4 millones de pesos si no hubiese gastado un centavo, pero compró bienes por más de 108 millones de pesos con las propiedades de Careyes, Valle de Bravo, Acapulco y el departamento en París (investigación de Francisco Ortiz, Reforma, 20 de diciembre de 2005).
- Fue más listo que los Duarte y Borge al dejarse bien blindado: lo indagó su ex empleado, el entonces Procurador Alfonso Navarrete Prida, y al frente del Gobierno estaba su sobrino, Enrique Peña. Lo exoneraron en sólo tres meses.
- Reformó la ley civil para lograr divorcios exprés y poder contraer nupcias inmediatamente, sin tener que esperar un año, como antes.
- Inauguró el estilo de tomar por esposa a una socialité al final de su gobierno, de cara a sus aspiraciones presidenciales. Se casó con una periodista a la que trató como una princesa, antes que el hoy Rey Felipe, quien sí hizo princesa a Letizia.
- Siguió teniendo influencia en la definición de los candidatos del PRI a Gobernador esta elección.
- Es el mejor ejemplo de que la memoria es porosa ante el olvido. Su autoexilio de los reflectores sirvió para que la gran mayoría olvidara su perfil. Entre quienes no lo hicieron está Germán Dehesa, quien no dejó de publicar en su Gaceta del Ángel un conteo preguntando si la conciencia lo dejaba dormir cada noche, recurso que, en humilde tributo, ha sido retomado en este espacio. El maestro Dehesa llegó al número MDCCCXCII(1892). Así que, seguro la ocasión merece un: ¿Qué tal durmió, MDCCCXCIII?