Como muchos mexicanos estoy preocupado por el futuro del país y sobre quién puede ser el próximo Presidente de la República. No tengo compromiso político con ningún partido y mi voto será para aquel candidato o candidata que tenga la mejor propuesta para México y para todos los mexicanos y que reúna los requisitos de capacidad, honradez y honorabilidad que se necesita en la presidencia.
Hasta la fecha el único candidato seguro y el único que tiene una propuesta concreta es Andrés Manuel López Obrador. Hay que reconocerle su intenso trabajo político y su valentía para plantear en su libro “2018 La salida”, en forma concreta y transparente, su propuesta de gobierno para transformar a México.
Quisiera empezar por citar los 2 últimos párrafos del libro:
“Si ganamos en el 2108 el crecimiento económico anual será del 4% y “del 6% en 2024 y se estarán creando los empleos que se demanden”, “a la mitad del sexenio alcanzaremos la autosuficiencia en maíz y frijol y en 2024 la de arroz”, “el país estará reforestado”, “la gente estará trabajando donde nació”, “habrá aumentado cuando menos 20% el poder adquisitivo”, “ningún mexicano padecerá hambre y nadie vivirá en la pobreza ni se quedara sin oportunidades de estudiar y asistencia médica y medicamentos, los adultos mayores gozaran de pensiones justas y vivirán sin preocupaciones materiales y felices”. “En 2024 la delincuencia organizada estará acotada, no existirá la delincuencia de cuello blanco y estarán erradicadas por completo la corrupción y la impunidad”. “En 2024 el fraude electoral serán sólo desagradables recuerdos”.
“En 2024 tendremos una sociedad mejor, no sólo por lo que vamos a construir entre todos y desde abajo en el plano material, sino por haber creado una nueva corriente de pensamiento, por haber, consumado una revolución de las conciencias que ayudará a impedir, en
el futuro, el predominio del dinero, del engaño y de la corrupción y la imposición del afán de lucro sobre la dignidad, la verdad, la moral y el amor al prójimo”.
Moisés, Cristo, Buda y Marx fueron más modestos y no pretendieron el cambio económico, social, moral y de las personas en solo 6 años. Proponían una nueva religión o corriente de pensamiento, el “nuevo hombre”, pero como una meta de largo plazo, como un ideal para la humanidad. El judaísmo, el cristianismo y el budismo tienen más de 2000 años buscando transformar al ser humano sin lograrlo. López Obrador pretende en 6 años crear “una nueva corriente de pensamiento” que acabe con el predominio del dinero, el engaño, la corrupción, la envidia y la imposición del afán de lucro para que predomine la dignidad, la verdad, la moral y el amor al prójimo.
Este es realmente el peligro de AMLO, no solo lo irreal y sin fundamento de sus promesas económicas y sociales, sino el pretender ser un nuevo mesías, un nuevo redentor, un ministro o un monje budista que va a acabar con el mal para imponer una forma de pensar para transformar a México y a los mexicanos.
Miércoles 15 de Enero de 2025