La Historia de Eduardo Gurza Curiel es importante para apreciar las decisiones y rasgos que detonaron el desmantelamiento del IFE, en particular uno que ha asfixiado la autonomía del INE: la tolerancia del cuerpo de consejeros a los conflictos de interés, un gesto que ha caracterizado al gobierno del presidente Peña.
Estos conflictos comenzaron a crearse con la elección de consejeros impuestos por los partidos; pronto estas designaciones tuvieron efecto en la designación de altos funcionarios relacionados a partidos y gobiernos como un patrón y en contrasentido del consejo de José Woldenberg, compuesto por reconocidos personajes de la sociedad civil cuya tarea robusteció la independencia del instituto como árbitro de elecciones.
Es grave que Gurza, a cargo del área de fiscalización del INE, sea responsable del dictamen de los gastos de campaña en las elecciones del Estado de México cuando es padre de una exdiputada del PRI por Huixquilucan, porque confirma una tendencia de permisibilidad institucional en la que el partido o el candidato más hábil para violar la ley, gana las elecciones.
El antecesor de Garza en la Unidad de Fiscalización del INE es Alfredo Cristalinas, al frente de esa área vital hasta el otoño de 2014, cuando en el instituto estalló uno de los mayores escándalos de conflicto de interés.
Llamado “Pristalinas” en el consejo del IFE por sus decisiones con frecuencia en línea con el PRI, Cristalinas fue uno de los estrategas de ese partido en la investigación de Monex.
Morena y el PRD Lo acusaron de operar para que la campaña de Enrique Peña rebasara los topes de ley, hasta que Cristalinas renunció en un reconocimiento implícito de que no podía dirigir la Unidad de Fiscalización del INE y al mismo tiempo servir al PRI, como había hecho.
¿Qué hizo el Consejo presidido por Lorenzo Córdova tras un conflicto que afectó la confiabilidad y los equilibrios del INE? Propuso la designación de Gurza, aun cuando su biografía pública muestra que ha trabajado para gobiernos del PRI y del PAN.
Un nuevo golpe que confirmó el desprecio por las reglas de competencia dentro del instituto.
En 2016, dos años antes de que se revelara que Gurza, encargado de revisar los gastos de campaña en las elecciones de junio, es padre de una exdiputada del PRI por el Estado de México, Selene Márquez había ocupado la dirección de Resoluciones y Normatividad de la Unidad Técnica de Fiscalización pese a sus ligas al PRI.
Márquez fue la encargada de elaborar el dictamen que exoneró a la campaña de Peña de violar el límite de gastos con las tarjetas Monex. Renunció al INE y seis días después ya formaba parte del área de fiscalización de la dirigencia nacional del PRI.
Veintisiete años después de la fundación del IFE ciudadano de Woldenberg, el INE es un cascajo cuyas funciones esenciales han sido tomadas por asalto por los partidos políticos. Columna anterior: Crónica del desmantelamiento del IFE (segunda parte)