El jefe Diego Fernández de Cevallos tiene una frase que dice: “los resabios son como el lodo hay que dejarlos secar y se caen solos”. Le pregunto a Gustavo Madero, designado por Ricardo Anaya presidente de la comisión de plataforma electoral de 2018, si ya perdonó a éste después de la traición, pues están trabajando juntos por el partido.
“En la política nada es personal. Todo lo tiene uno que ver con perspectiva de entender las condiciones y responsabilidades que cada quien tiene, tomar las decisiones y hacerse cargo de sus repercusiones. Yo afortunadamente no me muevo en el nivel de los afectos o desafectos sino de las ideas y convicciones.
“Eso es lo que te da capacidad de entendimiento con los diferentes actores y no se queda uno atrapado en esos ánimos de momento, que te pueden desacerbar y en donde la prensa trata de amarrar navajas. Esas son trampas y no hay que caer en ellas. Uno está en la política por convicción para cambiar este país”. Esa fue su respuesta.
Hace unos días vio al Joven Maravilla, quien lo bajó del proyecto presidencial para subirse él, y le presentó un documento para empezar con la discusión de hacía dónde el partido debe dar los primeros pasos para reconstruirse cuando forma parte de una institución desgastada y fragmentada en la que cada vez menos creen los ciudadanos.
Con el intento de reconstrucción del segundo partido más longevo del país, Madero, un hombre de estirpe por su parentesco con Francisco I Madero que derrocó al general Díaz, toma un nuevo aire en la esfera nacional desde que dejó los negocios en el 92 invitado por Pancho Barrio para formar parte de su gabinete.
Convenció a Anaya de cambiar el régimen mediante un plan “disruptivo”, le llama él. Centrarse en combatir la desigualdad y la corrupción y acuerdos con mayorías estables. Con los dos sexenios del PAN no cambiaron las cosas. Ahora sabe que se debe desmantelar el aparato donde se monta el régimen. Ejemplo: no basta meter a un corrupto “al bote” sino ir por todos sus tentáculos. “Y eso ya se está haciendo en Chihuahua”. Allá es el jefe de gabinete con Javier Corral. “Anaya es muy inteligente y hábil. Le gustó muchísimo la propuesta”.
Es de los que cree que debe haber un Frente Amplio –los panistas lo llaman– Opositor para el desmantelamiento. Va a buscar a todos los gobernadores, líderes y aspirantes del PAN para seguir con los de otros partidos y hacer una propuesta general. Donde está el verdadero problema es cuando se llegue con la propuesta por separado. “En ese método no hay consenso de cómo definir quién va a abanderar el proyecto”.
Parece simple: dejar de anteponer los intereses personales. Esa es la lucha de la sociedad contra los partidos, pero el viejo régimen con líderes jóvenes no se deja derrumbar.
UPPER: Aún quedan 6 días para nombrar fiscal anticorrupción o el sistema será inoperante. No hay un frente opositor en busca de su rescate.
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