Arturo Cervantes Trejo: ¿Cuántas vidas más?

Ser peatón en México es muy peligroso y, lamentablemente, el país ha hecho poco para contrarrestar este problema, ignorando los compromisos internacionales e ignorando la evidencia científica sobre cómo predecir, controlar y prevenir los accidentes de tránsito.   Entre el año 2000 y el 2015 experimentamos una verdadera masacre por accidentes viales en nuestras calles. Van más de 253,582 muertes, y la tercera parte, 81,061 se da en usuarios vulnerables, los peatones. Es así que la esperanza de vida de los mexicanos ha disminuido y aumentaron los años de vida saludable perdidos. La inseguridad vial es una epidemia que continúa creciendo, y que caracteriza la cotidianeidad en nuestras ciudades.   La inseguridad vial es una crisis de salud pública que inhibe el desarrollo económico y disminuye la competitividad. Es causa de pérdidas innecesarias de vidas humanas. Conlleva altos costos por servicios médicos y de rehabilitación, pérdidas en productividad, daños a la propiedad, costos legales, y muchos otros.   Los costos son abrumadores: Estudios recientes de la Organización Mundial de la Salud estiman que el costo por la inseguridad vial se encuentra en alrededor de tres y cinco puntos porcentuales del Producto Interno Bruto, cada año. Es decir, nuestra movilidad tercermundista nos cuesta entre 544.000 y 906.000 millones de pesos cada año.   Sin embargo, continuamos con importantes carencias: de liderazgo, de voluntad política, de financiamiento, de capacidad técnica, de tomar en serio el compromiso global del Decenio de Acción por la Seguridad Vial, de las Naciones Unidas, y la Estrategia Nacional de Seguridad Vial 2011-2020 (DOF: 06/06/2011) que, tristemente, es letra muerta.   ¿Cuánto tiempo habremos de esperar para que nuestros líderes se tomen este tema en serio?   Durante las próximas décadas se van a producir en el mundo millones de vehículos, y la gran parte van a ser incorporados a las calles de países como México. Si no hacemos nada, continuarán los peatones con el riesgo de morir cada vez que salen a la calle. En contraste con países desarrollados, donde la mayor parte de las víctimas mortales son ocupantes de vehículos, en México la mayor parte de los muertos son usuarios vulnerables (peatones, ciclistas y motociclistas).   ¡Es tiempo de actuar! El llamado internacional es contundente. La falta de capacidad gubernamental para atender la seguridad vial presenta una barrera formidable para implementar la Estrategia Nacional de Seguridad Vial. En ausencia de instituciones fuertes que puedan liderar las acciones en este tema, nuestra competitividad y desarrollo económico están comprometidos. Este es un llamado para fortalecer nuestras instituciones, acelerar la transferencia de conocimientos, e incrementar la inversión en seguridad vial. Si no lo hacemos, la escala de esta crisis y su rápido crecimiento, continuarán. ¿Cuántas vidas más?   *Titular de la Cátedra Carlos Peralta en Salud Pública de la Universidad Anáhuac.