Así es la apatía

Los mexicanos somos muy buenos para quejarnos, pero muy malos para participar y ejercer nuestros derechos. Le digo esto porque, aunque ayer hubo elecciones en el Estado de México, Coahuila, Nayarit y Veracruz, el resultado que más preocupa es la baja participación de las personas en los procesos electorales. Ante la desconfianza hacia los políticos, los partidos y hasta de los Institutos Estatales Electorales, lo más fácil para algunas personas es no ir a las urnas, bajo cualquier pretexto. Abstenerse de votar no resuelve nada. Luis Carlos Ugalde, director de Integralia, analista político, económico y, además ex consejero presidente del entonces Instituto Federal Electoral dijo, en entrevista durante nuestra cobertura especial en Radio Red, que históricamente la participación de los ciudadanos en los últimos 18 años en el Estado de México no rebasa el 42.3 por ciento del electorado, qué dato tan grave, sólo 4 de cada 10 personas han votado para gobernador en el Estado de México en las últimas tres elecciones; si consideramos que de ese porcentaje de participación gana el que obtenga la mayor parte, es decir, el 34 por ciento de esos votos, el siguiente gobernador lo elige poco menos del 20 por ciento de los inscritos en la lista nominal. ¿Qué tan legítimo es un gobernante que sólo es elegido por la quinta parte de los electores? Ante las reglas electorales actuales se vuelve imperativo, como coinciden muchos analistas, establecer la segunda vuelta electoral, para dar mayor certeza al ganador y para que los votos no se pulvericen en una constelación de partidos políticos. Ugalde pronosticó que el nivel de votación posiblemente supere el 52 por ciento ya que, reconoció que la sensibilización a través de los medios de comunicación y actores políticos, traería en consecuencia una mayor participación, la cual aún no sería suficiente. ¿Qué autoridad moral tenemos los ciudadanos para reclamar y exigir se hagan las cosas, cuando no nos importa acudir a las urnas a ejercer nuestro voto que es nuestro derecho y obligación? El mecanismo por el cual hacemos los procesos electorales nuestros, es con la participación masiva en las urnas y la denuncia ante actos constitutivos de delito electoral. Deseo que usted haya participado en la elección de ayer y que con ejemplo, muestre a las siguientes generaciones cómo hacer la apatía a un lado.   Corazón que sí siente En estas elecciones las redes sociales funcionaron como promotoras de rumores y desinformación. Reconozco la inmediatez y oportunidad de plataformas como Twitter, Facebook, Instagram, WhatsApp, pero la imposibilidad de confirmar sus fuentes las vuelve poco confiables. No crea todo lo que se publica en las redes. Ante la duda, siempre consúltenos aquí, en el Heraldo de México.   Columna anterior: La moda es rodar