Haz tu denuncia aquí

Otro foco ámbar se le enciende a Ochoa

OPINIÓN

·
Un nuevo pleito en el PRI pone otra vez a prueba el liderazgo de Enrique Ochoa, jefe nacional del partido en el poder.   Dos senadoras y un militante del PRI de Chihuahua empezaron una guerrita por hacerse del control del partido en la entidad norteña, o mejor dicho de las ruinas que dejó el prófugo gobernador César Duarte.   Se trata de Lilia Merodio, Graciela Ortíz y Omar Bazán y este fin de semana entraron en un momento intenso de la disputa. Sin embargo, Merodio parece que se adelantó a sus contrincantes porque en los últimos días se reunió con 24 alcaldes a los que les pidió su apoyo para levantar las ruinas del partido.   El pleito se intensificó con filtraciones en redes sociales de conversaciones en un estado donde el PRI fue echado del poder y donde se siguen recabando evidencias de un saqueo inaudito. Lo que hace que las cosas se vuelvan más riesgosas para el partido, pero sobre todo para Ochoa es que detrás de esta historia está la mano de priistas que habían dado el beneficio de la duda al trabajo de su presidente nacional.   Merodio cuenta con el apoyo de Joel Ayala, también senador y líder de la FSTSE; Ortiz con el respaldo de Patricio Martínez, senador en la actualidad y ex gobernador de la entidad, y Bazán trae el apoyo de José Reyes Baeza, también ex gobernador del estado y actual director de ISSSTE.   En el Senado, sin embargo, dicen los priistas que Emilio Gamboa, su coordinador, no ha querido meterse porque la última vez que se involucró en apostar por una persona no le fue bien.   Es que César Duarte se granjeó el apoyo de Gamboa durante la LX Legislatura de San Lázaro, en la que el político de Chihuahua terminó siendo el alfil del entonces coordinador de los diputados del PRI. Gamboa, incluso, lo hizo presidente de la Cámara de Diputados y desde allí empezó a construir su candidatura rumbo al gobierno estatal. Y ya como candidato a gobernador Duarte también recibió el apoyo de la diputación priista en la planeación y ejecución de la operación en tierra antes y durante la jornada electoral.   Quien sí ha asomado la nariz en este pleito de manera muy sigilosa es, curiosamente, el gobernador de Chihuahua, el panista Javier Corral. Apuesta por Bazán porque es quien menos experiencia política tiene. Prefiere tener un contrincante más a modo para aniquilar al PRI.   Mientras eso ocurre, en la sede nacional de Insurgentes no se han tomado cartas en el asunto para dirimir el pleito que en lo interno preocupa el priismo de Peña Nieto.   GOLPE RECTO: En los pasillos de la política hay quien pregunta dónde está el rector de la UNAM, Enrique Grague, para salir al paso del escándalo por supuesta venta y consumo de drogas. Al respecto hace falta una postura contundente de la máxima autoridad universitaria.   Columna anterior: Avanza el frente en PRD y Padierna llama a la rebelión