Érase un grupo tan empeñado en hacer las cosas a su manera y tomar el camino incorrecto que se fueron por un barranco y lo echaron todo a perder.
Por lo menos eso cuentan los legisladores demócratas sobre sus colegas republicanos, que insisten en anular la Ley de Cuidado de Salud Asequible, el “Obamacare”, aprobado durante el gobierno de Barack Obama.
Por: Patricia Guadalupe*
Desde que comenzó Obamacare en 2010, los republicanos han insistido en que es demasiado costoso y trataron de reemplazarlo con su propia iniciativa. Esta vez, tienen el aval del presidente Donald Trump. La Cámara de Representantes votó ya por deshacerse del plan de salud de Obama y ahora le toca al Senado. Quieren votar su iniciativa antes de salir de vacaciones a mediados de julio.
Pero no es tan simple: varios republicanos tampoco están contentos con la versión de su partido, que los críticos dicen es tan costoso como el Obamacare.
La aprobación en el Senado es muy dudosa, pero la oposición no baja la guardia y un sinnúmero de organizaciones trabaja en el Congreso contra el cambio.
“La comunidad latina no puede perder este seguro de salud. Sería desastroso", dice Rafael Collazo, director político del Consejo Nacional de La Raza (NCLR por sus siglas en inglés). Parte de la campaña de NCLR se enfoca en cinco senadores de estados con poblaciones altas de latinos: Arizona, Nevada, Colorado, Pensilvania y Ohio.
Esos cinco estados representan a casi un millón de votantes hispanos. El cabildeo de NCLR incluye anuncios radiales y de televisión en esos estados y promover que los latinos llamen a sus senadores a votar contra la medida republicana toda vez que serían muy afectados por la desaparición del Obamacare.
Se estima que unos cuatro millones de hispanos obtuvieron seguro de salud desde que se instauró la ley y 17 millones, incluso millones de niños y personas de la tercera edad, gozan de acceso a medicamentos y cuidado preventivo a bajo costo.
“Queremos asegurarnos que las personas más necesitadas en nuestra comunidad, personas con necesidad de constante atención médica no sean abandonadas”, dice el congresista y médico Raúl Ruiz de California.
En un giro no tan curioso, todos los legisladores –demócratas y republicanos por igual- tienen seguro de salud y acceso a atención médica pagado por los contribuyentes, y los que se oponen al Obamacare son acusados de hipocresía por no querer que el pueblo estadounidense tenga los mismos beneficios que ellos tienen.
Los demócratas esperan usar el tema en su estrategia para tratar de recuperar las mayorías en la Cámara de Representantes y el Senado, en las elecciones legislativas de 2018 y que lo que se vaya por el barranco sean las iniciativas republicanas y, sobre todo, la posibilidad de unos años más de mayoría republicana.
*Catedrática de la Universidad Anáhuac.
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