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Miguel Ángel Chico: El Guanajuato inseguro

OPINIÓN

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El Desarrollo Humano, y sus mediciones, constituyen una nueva manera de entender la economía. Poner al individuo en el centro genera círculos virtuosos en los que se entiende que cuando el ciudadano tiene acceso digno a sus necesidades básicas va a tener muchas más posibilidades de ser productivo, generando entonces riqueza macroeconómica. Pero como en todos los casos, cuando el círculo se pervierte, pasa de ser virtuoso a uno vicioso. Así cuando los índices de desarrollo humano son bajos, como en Guanajuato- tema que se abordó en este mismo espacio- las consecuencias son muchas y se convierten en un tema difícil de atajar. Las brechas continúan abriéndose, la cohesión social se erosiona, y las condiciones generales de vida se ven afectadas. Así es como Guanajuato ha pasado de ser ejemplo nacional a una preocupación real. La política voraz de atracción de inversión extranjera directa ha convertido a Guanajuato en un estado cada vez más afectado por la contaminación. Cuatro ciudades del estado están entre las diez más contaminadas del país- Salamanca, León, Irapuato, y Silao-, siendo la única entidad en tener más de una ciudad en este penoso ranking. Sin embargo la consecuencia del bajo resultado en las políticas de desarrollo humano en Guanajuato que más preocupan es la escalada de violencia.
El último reporte del Índice de Paz México -elaborado por el Institute for Economics and Peace (Instituto para la Economía y la Paz)- muestra un deterioro en las condiciones de seguridad del estado con respecto al reporte publicado en 2016. La posición de Guanajuato es la 21 en el concierto nacional, la situación no mejora, y no parece existir un plan real para corregir este problema. El índice toma en cuenta diversos factores en los que Guanajuato ocupa posiciones de media tabla en la comparativa nacional, como en los delitos con violencia (11), delitos con arma de fuego (11), y los crímenes de delincuencia organizada (11). En contraste, en homicidios, Guanajuato tiene un panorama más obscuro al ocupar la posición 21. La medición más preocupante que arroja en Índice de Paz es la del número de presos sin condena -la posición es la 26- que representa en gran medida la eficacia de los órganos judiciales, y el estado de derecho, que parece ausente en el estado. Si a esto se le suma la violencia de género, reflejada desde las disparidades salariales, los accesos a oportunidades laborales, y su forma más cruenta: los feminicidios, se observa un panorama poco halagüeño. Desafortunadamente, la realidad de mi Guanajuato querido no es la que se nos ha venido mostrando. Es imperativa una intervención que cimente la tranquilidad de la gente. Los círculos viciosos deben dar un giro radical hacia el virtuosismo. De otra manera, este castillo de naipes que se ha venido construyendo con discursos se vendrá abajo.  
*Senador por el PRI
@MiguelChicoO