El turismo chino representa para México una ventana de oportunidad. Este mercado constituye un significativo valor estratégico para nuestro país, aunque el número de turistas chinos que visitan nuestro país (74,000 en el 2016) puede parecer marginal en contraste con otros mercados (9.65 millones de estadunidenses en el 2016). Para empezar, la estrategia de diversificación de los flujos aéreos del país, que ha empezado a rendir frutos (en 2016 los flujos aéreos de Estados Unidos representaron 58% versus 69% en 2005), puede tener en el continente asiático un aliado. Sobre todo considerando la apuesta que están haciendo Aeroméxico y China Southern para establecer conexiones directas entre China y México, haciéndolo un destino importante y una alternativa eficiente para viajar hacia Latinoamérica. Aeroméxico confirmo 2 vuelos más a la semana (un total de 5) de la Ciudad de México a Shanghái, mientras que China Southern estableció su primer vuelo de Guangzhou (Cantón) a la capital mexicana 3 días por semana. Esto es relevante si consideramos que México contaría con 4 vuelos directos a Asia, mientras que en el resto de Latinoamérica solo existe uno (Sao Paolo – Beijing).
Una segunda razón es el nivel de gasto del turista chino. De acuerdo con cifras de Money Back en el 2016, los turistas procedentes de China tuvieron un gasto promedio de 28,962 pesos por persona. Este gasto es 36% más alto que el resto del mundo y 30% más alto que el resto de visitantes de Asia. Una tercera razón es el crecimiento de la población en China con posibilidades de viajar y sus tendencias. Aunque casi la mitad de los viajes de turistas chinos se hacen a países vecinos, los viajes de larga distancia tuvieron un crecimiento de 11.7% en 2016. Para poder ejemplificar, si analizamos a los Estados Unidos, de una población de 326 millones de personas, se estima que 177 millones cuentan con un pasaporte y por lo tanto son turistas potenciales para México. En China la población es de 1,371 millones de personas, donde alrededor de 84 millones (Forbes 2016) cuentan con un pasaporte pero este número incrementa en un 20% anual.
Este mercado tiene un potencial que debe der ser aprovechado, pero con ello vienen grandes desafíos. El reto con el mercado chino es aprovechar esa conectividad en el corto plazo, adaptando el producto para satisfacer a un turista con el que la industria en México está poco familiarizada. En el mediano plazo será necesario fortalecer las capacidades y competencias de los anfitriones mexicanos, particularmente sus competencias lingüísticas; así como desarrollar acciones que permitan atraer a segmentos del mercado chino de alto valor y con una alta afinidad por la oferta cultural, de compras y de entretenimiento que ofrece nuestro país.