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Javier no llegó a su cita

OPINIÓN

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El lunes por la tarde, Javier Valdez tenía programada una reunión con representantes de la principal realizadora de series de TV online de los EU, pero 12 balazos le impidieron llegar a su cita.

Los enviados de la empresa que es líder mundial del entretenimiento con más de 100 millones de suscriptores vía internet venían a entrevistar a Javier para documentar una serie sobre el narcotráfico en México, que próximamente pondrán en línea.

Lo identificaron como uno de los periodistas con mayor experiencia en la materia, porque durante años documentó con maestría y una prosa fulminante la relación del crimen organizado con redes de poder en México.

De eso viene la serie que ya se cocina en los estudios de la principal empresa de contenidos streaming.

Por negocio, interés político o por seguridad, tanto la Casa Blanca como el mundo del entretenimiento de la Unión Americana buscan desentrañar las relaciones entre el crimen organizado y servidores públicos mexicanos.

Pero a nadie conviene que dentro y fuera se piense que el poder oficial y el poder de los varones de la droga es lo mismo.

Se supone que son cosas diferentes, aunque hay declaraciones que no ayudan a la certeza que se requiere en casos relevantes como el asesinato de Javier Valdez.

El Fiscal Especial para la Atención de Delitos Cometidos con la Libertad de Expresión, Ricardo Sánchez, dijo ayer que “existe un número relevante de agresiones contra periodistas por parte de autoridades locales”.

No dio cifras, nombres ni lugares. No se sabe si lo hizo porque carece de los datos o porque simple y sencillamente oculta información.

En cualquiera de los casos, se necesita información oficial para dar certeza a las investigaciones, porque sólo así se conocerá al o los verdaderos enemigos de la libertad de expresión en nuestro país.

BUROCRACIA LEGISLATIVA

Cuánta razón asiste a quienes hicieron suya la frase “si quieres que algo no se resuelva, crea una comisión legislativa”.

Hoy el ejemplo corre a cargo de la Comisión Especial para dar Seguimiento a las Agresiones Contra Periodistas y Medios de Comunicación.

“No sirve para nada”, así, sin tantos rodeos lo dijo uno de sus integrantes, el diputado Virgilio Caballero. No comete ninguna indiscreción, es la realidad.

En la Cámara de Diputados existen tantas comisiones cuyo nombre es más largo que los casos resueltos. Y, para desgracia de los periodistas, no han movido un dedo para coadyuvar a resolver casos como el de Javier Valdez, Filiberto Álvarez, Maximino Rodríguez, Miroslava Breach, Ricardo Monlui, Cecilio Pineda y decenas de colegas muertos en el ejercicio de esta profesión.

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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: A Miroslava la mataron por lengua larga. Que nos maten a todos, si esa es la condena de muerte por reportear este infierno.”

Columna anterior: PAN, misoginia y abandono