Cultura invernal

Ciertamente no tenemos cultura deportiva invernal y nuestra representación será muy reducida, pero aun así hay una audiencia grande que le gusta ver los grandes eventos deportivos, conocer a los nuevos campeones olímpicos y seguir la rivalidad entre los países que son potencia y aquellos que hacen su mejor esfuerzo por lograr algo de protagonismo con algunas individualidades destacadas. Los últimos meses la preocupación se centraba en el conflicto entre las dos Coreas, Japón y Estados Unidos, con implicaciones directas en la seguridad de los asistentes, tanto de las delegaciones, como de los visitantes, sean familiares o simplemente fanáticos de los deportes invernales. Ahora, el tema escándalo, tiene que ver con la descalificación a Rusia de participar como país en esos Juegos, por la investigación que se sigue en temas de dopaje, que, si bien es deportivo, tiene un alto perfil político, por sus consideraciones de ser orquestado como sistema desde las más altas esferas del poder en dicho país. Rusia fue organizador de los pasados Juegos Invernales en Sochi, quedando en el cuarto lugar del medallero, logrando subir posiciones de lo que habían logrado cuatro años antes en el que quedaron onceavo, sin embargo, según las investigaciones, es por esa razón que desarrollaron un sistema de dopaje para elevar el nivel de rendimiento y potencializar sus resultados. Parte de esa investigación la podrán entender si ven el documental Icaró en la plataforma de Netflix, donde uno de los protagonistas principales fue Director del Laboratorio antidopaje Ruso, donde menciona el proceso que se siguió durante los Juegos para evitar que sus atletas fueran detectados y también el que han seguido con atletas de otros deportes, en donde por cierto se menciona al fútbol, deporte del que serán anfitriones en el próximo mundial, por lo que aún podremos esperar noticias desagradables relacionadas al tema. Por lo pronto Rusia sigue sancionado en la Federación Internacional de Atletismo y al parecer más federaciones están evaluando tomar la misma determinación, sobre todo en estos días las de deportes invernales que buscarán evitar que atletas rusos puedan participar aun con la bandera del Comité Olímpico Internacional. Sin duda una situación lamentable y alejada del Juego Limpio que debiera prevalecer en el deporte, donde ganar se ha convertido en una ambición más allá del prestigio, usando estrategias ligadas a la corrupción y la falta de ética deportiva. Espero que las acciones emprendidas por el COI ayuden en algo para revertir la actual situación y regresar al deporte competitivo al camino correcto, nada fácil dados los muchos intereses en su alrededor. ¿Ustedes qué piensan?   Columna anterior: Los votos que construyen