Ramón Grande Moncada de 53 años de edad, comisario del municipio de Teocaltiche, Jalisco, fue asesinado en un ataque directo. Esta tarde, mientras circulaba en su vehículo en compañía de su esposa, fue atacado de forma directa, muriendo de forma instantánea. Su pareja fue lesionada.
De acuerdo con las primeras versiones, el ataque fue perpetrado por un grupo de hombres armados, quienes luego del ataque huyeron del lugar a bordo de una camioneta. Hasta el momento se sabe que la esposa fue trasladada a un hospital para recibir atención médica, pero se desconoce su estado de salud.
El lugar del ataque fue el cruce de las calles Niños Héroes y del Panteón, en la colonia San Martín del municipio de Teocaltiche, en Jalisco, alrededor de las 19:00 horas de este 15 de abril.
Desde hace casi tres meses, la comisaría del municipio de Teocaltiche fue tomada por la Policía Estatal, la Guardia Nacional y el Ejército y recientemente, el secretario de Seguridad Estatal, Juan Pablo Hernández, expuso que no es seguro regresar el mando al Ayuntamiento, debido a la violencia que prevalece en este territorio.
Pide paz ayuntamiento de Teocaltiche
Luego del asesinato del comisario de Teocaltiche, Ramón Grande, el ayuntamiento de este municipio emitió un comunicado en sus redes sociales oficiales, donde exige que se restablezca la paz.
“El pueblo de Teocaltiche no puede seguir viviendo entre el miedo, la violencia y el dolor. Hoy alzamos la voz con profunda impotencia e indignación por las tragedias que han golpeado una y otra vez a nuestra comunidad. ¡Basta ya de muertes! ¡Basta ya del sufrimiento de nuestras familias! ¡Basta de ser ignorados!
“Cada vida perdida, cada familia rota, cada noche en vela, son heridas que claman justicia. No podemos ni debemos acostumbrarnos a vivir así”, señalaron los responsables del ayuntamiento local.
En su comunicado, las autoridades de Teocaltiche exigieron a los gobiernos estatal y federal protección, seguridad y respuestas claras y contundentes con respecto a la situación de violencia que se padece en la zona desde hace meses.
“No pedimos privilegios, pedimos lo que nos corresponde por derecho: vivir con seguridad, con justicia y con respeto. La indiferencia también es violencia. Teocaltiche no está solo. Nos levantamos unidos, con dignidad y con la fuerza de quienes no se rinden”, concluyeron.
