La epidemia por dengue en los estados del país cerró el año con un incremento de casos de 154% en comparación con 2023.
De las 49 mil 101 personas confirmadas con la enfermedad hace dos años, en 2024 el número de infectados creció a más de 125 mil incidentes verificados, según el último Informe Semanal de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud.
Veracruz, Jalisco y Nuevo León fueron las entidades más afectadas, este último estado no había presentado una incidencia como la reportada el año pasado, con más de 10 mil casos acumulados. En 2023 Nuevo León sólo reportó 87 personas con la enfermedad febril.
Lo mismo Jalisco, que en 2023 cerró con 941, frente a los más de 20 mil del año pasado. El avance de esta epidemia en México se comprende con las cifras reportadas de 2021 y 2022.
En 2021 hubo 5 mil 759 contagios. A lo largo de 2022 se reportaron 11 mil 402.
El 42 por ciento de casos confirmados los acumulan seis entidades, entre estas las ya mencionadas Jalisco, Nuevo León y Veracruz.
Coahuila, otra entidad del norte del país por encima de Sinaloa dentro de la tabulación de casos confirmados, según el Panorama Epidemiológico de Dengue de la SS, registró un total de 151 infecciones en 2023 respecto a las 5 mil 725 de 2024.
Uno de los fenómenos que especialistas achacan al brote epidémico por dengue es la hiperendemicidad.
“Hasta hace unas décadas, en México circulaban uno o dos serotipos (variantes) de los cuatro que tiene el dengue, pero lo que vemos en los últimos años es que se presentan los cuatro”, detalló Miguel Antonio García Knight, investigador titular del Departamento de Inmunología del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM.
Este acontecimiento, aunque multifactorial, tiene relación con el cambio climático. El mosquito vector “ha colonizado las regiones tropicales y subtropicales del mundo y, con el cambio climático, se mueve a lugares donde antes no había transmisión de dengue, sobre todo lugares altos”. El dengue es considerado ya una de las enfermedades impactadas por el cambio climático, aseguró.
El impacto del dengue:
“No es sólo a nivel estatal, sino regional. Las zonas montañosas donde antes no tenían casos ahora pueden presentarse incidentes; por ejemplo, en Veracruz, en Sinaloa, donde hay estás gradientes de altura”.
En el caso de Nuevo León y Coahuila, refirió el experto en inmunología, el incremento de incidentes tiene que ver con el serotipo 3 de dengue.
“A nivel nacional, ha habido una expansión de casos de dengue 3, y ese serotipo no había estado circulando en México desde hace más de 10 años. Entonces, es un comportamiento epidemiológico nuevo”, sostuvo.
En Tamaulipas, donde los infectados por dengue no se han elevado significativamente, en cambio la presencia del serotipo 3 ha agravado los casos presentados en el curso del año, incluso la letalidad ha aumentado, de acuerdo con los estudios realizados por el Instituto Nacional de Referencia Epidemiológica de dicho estado, que cerró con 2 mil 535 mil infectados, 42 de ellos graves.
Uno de los factores que está asociado con la gravedad de la enfermedad, con la hospitalización y en algunos casos la muerte, es la reinfección, dijo García Knight; es decir, personas que hayan sido infectadas antes, se vuelven a infectar, ese es un factor de riesgo.
“La reinfección se da casi invariablemente con otro serotipo distinto al que se padeció. Al haber aumentado los casos de dengue 3 en el país, se eleva la posibilidad de que personas que se infectaron previamente con un serotipo diferente al 3, ahora se enfermen con este serotipo, de manera que hay mayor riesgo de tener dengue grave. Ese fenómeno se le conoce como ‘Infección potenciada por anticuerpos’”, explicó.
Ante este panorama, estados como Chiapas han implementado nuevas herramientas de control de la epidemia, al liberar mosquitos infectados con la bacteria Wolbachia. “Es activamente un campo de estudio, y en México se están realizando inicialmente para ver su funcionamiento”, indicó el investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas, quien aseguró que:
“Hay una evidente necesidad de control de vectores, nuestras herramientas ahora son: rociar con insecticidas, descacharrizar, limpiar las zonas donde son criadores; estas no son suficientes para control estas epidemias que están recrudeciendo año con año”.
Urgen otras herramientas, dijo, como este control biológico mediante la inoculación de esta bacteria que naturalmente no infecta a la especie de aedes aegypti que transmite el dengue; “entonces se generan estas infecciones, dentro de un laboratorio, en otras poblaciones de moscos. La idea es que los machos se vuelvan estériles; el mecanismo es complejo”, dijo.
“Este método, que todavía está siendo probado, tiene dos finalidades: reducir el número de mosquitos vectores o reducir la carga, es decir, la posibilidad de que porten dengue. Habrá que ver los resultados de estas intervenciones para ver si se pueden aplicar a escala macro en diferentes zonas del país, esperamos buenos resultados porque necesitamos intervenciones nuevas”, finalizó.
MAAZ