En un inspirador ejemplo de innovación educativa, la Escuela Primaria “Felipe Ángeles” ha capturado la atención de la comunidad con su proyecto “Mi primera granja mil alegrías”, liderado por el maestro Irving Benítez Loza.
Nació gracias a la participación en la convocatoria de la Fundación Somos el Cambio, que utiliza una metodología sencilla para empoderar a niños, jóvenes y adultos. Con cuatro pasos principales: Siente, Imagina, Haz y Comparte, la fundación guía e impulsa a las personas a crear cambios positivos en las comunidades, fomentando la autosuficiencia, buena autoestima y una actitud positiva.
Esta metodología ha permitido a miles de chicos en México demostrar que el cambio es posible, adaptando la ideología “Yo puedo” y poniendo en acción sus ideas. En sus 14 ediciones, más de 61,000 maestros y 305,000 pequeños han transformado la vida de más de 14 millones de mexicanos.
Iniciado en octubre de 2023, “Mi primera granja mil alegrías” tiene como eje central una granja avícola dentro de la escuela. Los estudiantes, junto con sus padres y maestros, han trabajado juntos para construirla y mantenerla, ya que su propósito inicial era recaudar fondos para comprar un proyector. Sin embargo, los beneficios han trascendido ampliamente este objetivo.
En este espacio no sólo se ha enseñado a los alumnos sobre el cuidado de los animales y la producción de alimentos, sino que también ha incorporado lecciones prácticas en matemáticas, ciencias y ética. Los niños aprenden a manejar recursos, entender la nutrición y realizar cálculos básicos a través de la venta de huevos. Este enfoque práctico ha demostrado ser mucho más efectivo que los métodos tradicionales de enseñanza.
Un componente especialmente significativo del proyecto es su impacto en un estudiante con retraso global del neurodesarrollo, microcefalia, epilepsia y TDAH. Gracias a la granja, este chico ha encontrado una forma de desarrollar habilidades prácticas y útiles para su futuro, dado que no podrá continuar con su educación formal debido a limitaciones económicas y de movilidad.
El éxito de esta iniciativa ha resaltado la importancia de adaptar la educación a los intereses y necesidades de los jovenes. Al centrarse en lo que realmente los motiva, el proyecto ha logrado no sólo mejores resultados académicos, sino también un mayor compromiso y entusiasmo por el aprendizaje.
Padres, maestros y alumnos han trabajado codo a codo para superar desafíos logísticos y prácticos, desde la construcción del gallinero hasta la adquisición y cuidado de las aves. Esta colaboración ha fortalecido la comunidad escolar y ha demostrado que, cuando se da rienda suelta a la creatividad y se aprovechan los intereses de los estudiantes, se pueden lograr grandes cosas.
“Mi primera granja mil alegrías” es un claro ejemplo de cómo proyectos educativos innovadores pueden transformar la enseñanza y tener un impacto duradero en la vida de los jóvenes. Este proyecto no sólo ha cambiado la dinámica en la Escuela Primaria “Felipe Ángeles”, también ha mostrado el camino a seguir para muchas otras instituciones en México.
En un país donde la formación tradicional muchas veces se centra en la memorización y la repetición, iniciativas como esta destacan la importancia de un enfoque más práctico y personalizado. La granja escolar ha demostrado que la curiosidad y el interés pueden ser los motores más poderosos del aprendizaje, y que, con el apoyo adecuado, cada alumno tiene el potencial de sobresalir.
Contemos más historias que inspiran. #YoCreoUnMéxicoMejor
Fuente: A Favor de lo Mejor
Con información de Somos el cambio
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Isabel Cavazos
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