El Senado de la República aprobó el martes una reforma que impone una nueva cuota de 42 dólares a los pasajeros de cruceros al llegar a los puertos del país. La medida ha generado inquietud en el sector empresarial, que teme que México se convierta en uno de los destinos más costosos del Caribe, afectando gravemente al turismo, una de las principales fuentes de ingresos del país.
El partido gobernante Morena, junto con sus aliados, avaló la eliminación de la exención de pago por servicios migratorios a los pasajeros extranjeros, en el marco de una reforma a la Ley Federal de Derechos. Además, se aprobó un aumento en el derecho especial sobre minería y en las cuotas para visitar áreas naturales protegidas.
Al respecto, Octavio de la Torre, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismos (Concanaco), expresó su preocupación por los posibles efectos negativos que las nuevas medidas fiscales implementadas en los puertos mexicanos podrían tener sobre el flujo de pasajeros de cruceros y, en consecuencia, sobre las economías locales dependientes del turismo.
En entrevista con Sergio Sarmiento y Lupita Juárez para El Heraldo Radio, que transmite en la señala de El Heraldo Media Group, Octavio de la Torre detalló que los nuevos cobros de derechos a los pasajeros de cruceros, establecidos por el gobierno federal, podrían generar un impacto económico significativo en las comunidades portuarias, que dependen en gran medida del consumo de los turistas de corto plazo, los cuales no pernoctan en las ciudades y pasan sólo unas pocas horas en ellas.
Impacto en el consumo local
Según el presidente de Concanaco, el ticket promedio de consumo por parte de estos turistas es de aproximadamente 100 dólares, una cifra que podría verse afectada por los nuevos cobros que se implementarán en los puertos. El derecho de 42 dólares por pasajero podría ser percibido como un obstáculo para los turistas, lo que disminuiría su disposición a desembolsar dinero en las comunidades locales.
De la Torre también mencionó que esta medida no solo impacta a los grandes actores del turismo, como las líneas de cruceros, sino también a los pequeños comerciantes, artesanos, taxistas y otros prestadores de servicios en los destinos turísticos. "Son ellos quienes están más preocupados, porque viven del comercio diario, que es una fuente de ingreso vital para muchas familias en estas comunidades", señaló.
Competencia internacional y el costo de los derechos
La preocupación también radica en la competitividad de los puertos mexicanos frente a otros destinos en el Caribe, donde los derechos de entrada son considerablemente más bajos. "Nuestros competidores en el Caribe, como San Martín o República Dominicana, tienen tarifas mucho menores, lo que podría hacer que los cruceristas opten por no desembarcar en puertos mexicanos", agregó.
De acuerdo con Octavio de la Torre, México podría estar enfrentando una "competencia desleal", pues en algunos casos los cobros en los puertos mexicanos podrían ser hasta el doble de los de otras regiones, lo que podría afectar negativamente la decisión de las navieras y, por ende, disminuir el número de turistas que visitan el país.
El presidente de Concanaco destacó la importancia de encontrar un equilibrio entre las políticas fiscales y la necesidad de promover el crecimiento económico local: "el reto es generar las condiciones para que la economía de las comunidades portuarias crezca, sin que esto implique mayores barreras fiscales para los turistas", señaló.
Aunque el gobierno ha comenzado a implementar medidas de alivio, como prórrogas o ajustes en el proceso de pago, Octavio de la Torre enfatizó que aún existen dudas sobre la capacidad de los puertos para manejar de manera ágil el nuevo sistema de cobro, lo que podría generar más cuellos de botella y retrasos para los pasajeros de los cruceros.
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