En un lapso de menos de 24 horas, tres integrantes de la Guardia Estatal fueron asesinados en dos ataques armados registrados en la región de San Fernando. Estos hechos también dejaron un saldo de cuatro elementos heridos, daños en patrullas oficiales y el aseguramiento de una camioneta y armamento.
Estos fallecimientos ocurrieron en dos eventos, en los cuales los agentes estuvieron en desventaja. Pese a que se enfrentaron a los criminales, no pudieron hacer nada más que repeler el fuego hasta que fueron alcanzados por las balas.
De acuerdo con los primeros reportes, los dos hechos habrían ocurrido el martes por la mañana y en la noche. Hasta el momento no se ha responsabilizado a algún grupo delictivo, ni se sabe qué fue lo que provocó la agresión en contra de los uniformados, quienes serán despedidos por sus familias y las corporaciones.
A través de sus redes sociales, el gobierno del estado confirmó el fallecimiento de los tres agentes y expresó sus condolencias a las familias. Se prevé que se haga un homenaje para los caídos.
¿Cómo fueron asesinados los agentes de la Secretaría de Seguridad Pública?
El primer ataque ocurrió la mañana del martes en la carretera a San Fernando, cerca del ejido Tres Palos. En este enfrentamiento, dos elementos de la Guardia Estatal perdieron la vida tras ser emboscados por un grupo armado que además robó una unidad policial, la cual fue abandonada más adelante.
El segundo hecho violento se registró esa misma noche, alrededor de las 22:00 horas, en el libramiento de San Fernando. Durante el ataque, la oficial Berenice Bernal Ávila murió y cuatro de sus compañeros resultaron lesionados. Solo había tres patrullas para afrontar a los delincuentes en San Fernando
Los refuerzos no llegaron para salvar a los elementos de la SSP
Mientras tanto, grabaciones del sistema de comunicación Matra expusieron la desesperación de los oficiales durante los ataques, al solicitar refuerzos que nunca llegaron.
Según los audios, en San Fernando solo había disponibles tres patrullas para toda la región, y los apoyos más cercanos se encontraban a más de dos horas, en Reynosa, Río Bravo y Matamoros.
Hasta el momento, las autoridades no han informado sobre posibles agresores abatidos o detenidos, lo que deja en evidencia la vulnerabilidad en la seguridad de la zona y la limitada capacidad de respuesta ante este tipo de ataques.
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