Al paso de un año de la devastación del huracán Otis, las familias de hombres y mujeres que desaparecieron en el mar de Acapulco, recordaron a los marineros que murieron la madrugada del 25 de octubre y de otros de los que aún no se tiene certeza de su paradero.
“A un año de haber vivido aquellas horas tremendas del huracán, nos reunimos en la presencia del Señor para pedir por aquellos hermanos nuestros, que en esas horas tan terribles perdieron la vida”, dijo el arzobispo Leopoldo González González, al oficiar una misa en las instalaciones restauradas del Club de Yates, donde a pesar de las reparaciones todavía existen escombros de enormes barcos rescatados y otros que siguen encallados.
Según la cifra oficial de las autoridades, el ciclón dejó 52 muertos, la mayoría por ahogamiento y 28 personas desaparecidas en altamar; sin embargo, las familias hablan de más de un centenar.
Germán Hernández cumplía 26 años cuando murió por paso de huracán Otis
La noche que entró el huracán, era el cumpleaños de Germán Hernández. Mientras cumplía 26 años, se quedó en el yate del que era capitán. Su última comunicación, fue a las 23:30 horas del 24 de octubre, antes, avisó a su madre que saltaría de la embarcación para intentar refugiarse.
“Perdimos comunicación y ya no supe de él. Me dijo, me voy aventar mamá”, recordó Sonia Velázquez, madre de Germán, quien ocho días después, la marea llevó su cuerpo a la orilla de la playa Manzanillo del Acapulco tradicional.
Otis destrozó a las cientos de embarcaciones ancladas en la bahía, que esa noche eran resguardadas por marineros, hostess, ingenieros de máquinas y capitanes, gran parte de ellos con años de experiencia trabajando en las embarcaciones.
“Se quedó a cuidarlo, no sé si le hablarían, o si le dirían que tenía que cuidar el barco; no lo sé. Él se vino como a las once de la noche, le dije hijo ven, pero no quiso. -Mamá viene feo el huracán pero pues es mi trabajo”, fueron las últimas palabras que escuchó de Germán.
Durante la ceremonia religiosa se nombró a los marineros que fallecieron o que todavía no han sido encontrados a doce meses de la catástrofe. En su memoria se colocó una ofrenda floral.
El último cuerpo rescatado fue localizado a principios de diciembre del año pasado. Las búsquedas de la Secretaría de Marina lograron ubicar algunos restos óseos, pero diez meses después, las inmersiones no han dado nuevos resultados.
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