El pleito jurídico de CV Directo da un giro tras la demanda por responsabilidad civil presentada por la accionista minoritaria, María del Pilar Cruz Robayo, en los Tribunales del Fuero Común de la Ciudad de Tijuana, Baja California, contra Luis Epelstein, uno de los socio mayoritario de la empresa. Esta acción legal genera interrogantes, debido a que ninguno de los implicados reside en esta ciudad del país.
Cabe mencionar que si ninguna de las partes involucradas en la demanda tiene su domicilio en la ciudad donde se presenta, el instrumento legal debe ser negado. Sin embargo, gracias a la ayuda del Juez Octavo de lo Civil, Pedro Galaf Hernandez García, la accionista minoritaria pudo presentar la demanda por responsabilidad civil en contra de la empresa y Luis Epelstein Rapaport.
En el fondo de esta demanda se encuentra el reclamo de que la empresa cubrió los honorarios del cierto abogado en defensa de la propia empresa, contra las acciones adoptadas por María del Pilar Cruz Robayo y los otros accionistas minoritarios, Karla Beatriz Zermeño García y Hugo Pérez Pla.
Lo que resulta sorprendente es que Cruz Robayo ha obtenido una medida cautelar que le otorga intervención en la gestión de la caja de la empresa, cuando la accionistas solo cuenta con el 7% de los títulos accionarios y, a pesar de su minoría, logró imponer su voluntad sobre los demás accionistas. Esto ha sido posible gracias a la controvertida decisión del Juez Pedro Galaf Hernández García.
El motivo de que el juez tijuanense haya aceptado esta demanda se vuelve más intrigante cuando se descubre que el despacho de abogados que representa a María del Pilar Cruz Robayo, Guerra González y Abogados, cuenta con una sucursal en Tijuana, por conducto del licenciado Roberto Vega Treviño, conocido litigante de aquella plaza.
Este conflicto legal ha puesto de manifiesto las tensiones dentro de CV Directo. Los socios mayoritarios, Luis Epelstein Rapaport y Samuel Epelstein Mussan, afirman que José Ramón Andreu Zermeño, líder del grupo de socios minoritarios, está detrás de las amenazas que han enfrentado recientemente.
El origen del conflicto
A principios de 2023, Ramón Andreu propuso adquirir las acciones de los Epelstein a un precio considerablemente menor a su valor real y, al rechazar la oferta, Luis y Samuel se convirtieron en blanco de ataques.
Es importante recordar que Ramón Andreu ya tenía un historial problemático en 2010 cuando agredió físicamente a Pablo Muñoz de Cote, fundador de Marcas de Renombre, lo que resultó en una medida cautelar en su contra durante dos años debido a la gravedad de las lesiones causadas.
La relación entre Luis Epelstein Rapaport, Samuel Epelstein Mussan y José Ramón Andreu Zermeño se originó en 2018 cuando este último buscó adquirir una parte de la empresa. Para evitar incumplir su acuerdo de no competencia con Innova -compañía de la que acababa de salir y competidor directo de CV Directo-, designó a su madre, Karla Beatriz Zermeño García, como accionista de la empresa. Beatriz Zermeño se convirtió en Tesorera del Consejo de Administración y apoyó la gestión de Luis Epelstein y Samuel Epelstein respectivamente como Presidente y Secretario al aprobar los informes financieros y firmar las actas de aprobación.
A pesar de esto, Beatriz Zeremeño -por instrucciones de su hijo- inició acciones legales alegando mala gestión por parte de Luis y Samuel Epelstein. Este litigio cuenta con el respaldo del grupo de socios minoritarios de CV Directo, que incluye a María del Pilar Cruz Robayo y Hugo Pérez Pla.
Como parte de su estrategia legal, Beatriz Zeremeño obtuvo con el apoyo del Juez 73 de lo Civil de la Ciudad de México medidas cautelares que le dieron el control de la empresa, incluyendo la gestión de recursos y la cobranza, dejando a Luis Epelstein fuera de la toma de decisiones, medidas que fueron impugnadas y que se encuentra revocadas actualmente.
No obstante antes de ser revocadas, Ramón Andreu, Karla Beatriz Zermeño García, María del Pilar Cruz Robayo, Hugo Pérez Pla y el equipo legal del despacho Guerra González y Asociados ingresaron a la bodega de CV Directo en Naucalpan de Juárez, Estado de México, con una copia simple de la medida cautelar ordenada por el Juez 73 de lo Civil, intimidaron a los trabajadores y se apropiaron de tokens y una considerable cantidad de dinero.
En respuesta, la empresa CV Directo, Luis Epelstein Rapaport y Samuel Epelstein Mussan presentaron una denuncia que actualmente se encuentra en proceso.
Este pleito legal continúa desarrollándose y arroja luz sobre las complejas relaciones y tensiones dentro de CV Directo, una empresa que ha sido líder en la producción y transmisión de infomerciales televisivos en México durante casi tres décadas.