El reclutamiento de mujeres dentro del crimen organizado es una actividad recurrente desde hace varios años, y su participación no se queda solo en labores de halconeo -vigilancia- o como “mulas” -transportadoras de droga-, ya que han alcanzado labores tanto de mando como de sicariato como es el caso de “Las Cachorras” con Los Zetas.
El grupo de sicarias estaba a la orden del cártel de Los Zetas fundado por el ex militar Heriberto Lazcano Lazcano como un brazo armado del Cártel del Golfo que todavía era liderado por uno de sus fundadores, Osiel Cárdenas Guillén. “Las Cachorras” tenían la encomienda de aspirar a subir de puesto a formar parte de un grupo de élite.
“Las Cachorras” subían de puesto a un grupo de elite
Las sicarias actuaban en varios estados del país, entre ellos: Veracruz, Tabasco y Zacatecas; además de Guanajuato y Tamaulipas, según un análisis del escritor Jesús Lemus, quien ha elaborado varias publicaciones sobre el narcotráfico, quien afirmó para Infobae que la estructura de las sicarias está conformada por varios grupos integrados por entre 10 y 15 mujeres.
Según el escritor, “Las Cachorras” se formaron hace 13 años, pero hasta 2017 se tuvo el último reporte sobre su actividad cuando se registró una disputa entre María Teresa Rodríguez “La Tía” y Leticia Rodríguez Lara conocida como “Doña Lety”, quienes son identificadas como parte de las fundadoras del grupo de sicarias de Los Zetas.
“Las Cachorras” eran promovidas en un sistema de escalafón donde al lograr asesinar a cinco personas podían ser parte de un grupo especial de élite también de Los Zetas, cuyo grupo era conocido como “Las Panteras”, de acuerdo con Lemus. El grupo estaba encargado de asumir el mando de las células locales de los estados con presencia de Los Zetas.
El fin de “Las Cachorras” de Los Zetas
En 2010, la fundación de “Las Cachorras” corrió a cargo además de Ana Karen Cuevas, pareja del jefe de plaza de Los Zetas en Hidalgo, Hernán Ramos alias “La Calaca”. Pero en 2012, Ana junto con otra de las fundadoras Verónica Nájera, quienes secuestraban y mataban a los rivales de Los Zetas, fueron detenidas.
Otra de las fundadoras del grupo de sicarias fue “La Flaca” Mireya Moreno Carreón, que actuó como jefa de plaza del municipio de San Nicolás de los Garza en Nuevo León, pero tras su captura y quedar en prisión por los delitos de tráfico de droga, homicidio calificado y portación de armas de uso exclusivo del Ejército. Ambas mujeres están presas en Morelos.
En agosto de 2017, “Doña Lety”, ya como parte del Cártel de Sinaloa de Joaquín Guzmán Loera, fue capturada en Cancún, Quintana Roo, luego de los enfrentamientos que tuvo con “La Tía” para quedarse con el control de la plaza, ya que esta última había sido promovida por Juan Gerardo Treviño Chávez alias “El Huevo”, esa fue la última vez que se supo de “Las Cachorras”.
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