La noche de este 10 de mayo, los habitantes de distintas zonas de la Ciudad de México percibieron un movimiento telúrico que, minutos después, el Sistema Sismológico Nacional determinó que tuvo una intensidad de 3 grados y epicentro en la Magdalena Contreras.
Una de las primeras preguntas de la población fue por qué no se activó la alerta sísmica, un mecanismo de alerta temprana que ha contribuido a salvar miles de vidas durante los movimientos telúricos sentidos en el país.
De acuerdo con el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX), los sensores que registran los movimientos telúricos los detectan cuando éstos presentan, como mínimo, ondas que se propagan a una velocidad de entre 4 y 6 kilómetros por segundo y cerca de las zonas de monitoreo.
Acto seguido, se calcula la intensidad y la dirección de las ciudades que puede afectar, hacia las que se orienta la alerta sísmica. La distancia entre el epicentro y las ciudades donde suena la alerta determina la antelación con la que suena el dispositivo, la cual tiene lapsos de entre 20 y 120 segundos.
“Los sensores del SASMEX monitorean las zonas de peligro sísmico y reconocen sismos en un radio próximo a 90 kilómetros. Estiman en los primeros segundos de la detección del sismo su posible magnitud. Con los datos que envían los sensores, a cada ciudad determina la distancia entre el sismo para decidir la difusión del aviso de alerta sísmica.
“Para cada ciudad, la alerta sísmica se activará si en los primeros segundos de la detección sísmica, al menos 2 estaciones rebasan los niveles de energía preestablecida y dependiendo de la estimación de energía del sismo”, señala la dependencia.
También, la alerta sísmica se despliega cuando el sismo tiene una magnitud mayor a 5 y una distancia menor a 170 kilómetros, más de 6 y una distancia de más de 350 kilómetros o mayor a 5.5 y una distancia menor de 350 kilómetros.
“Un sismo no amerita aviso de alerta cuando ocurre lejos de la zona de cobertura de detección del SASMEX, está muy lejos de la ciudad a alertar o cuando las estimaciones de la energía del sismo no rebasan los niveles establecidos”, explica.
A lo largo del país existen 92 estaciones de monitoreo, la mayoría de ellas dispuestas en los estados de Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Puebla, en zonas donde convergen las placas tectónicas de Cocos y Norteamérica, consideradas de alta sismicidad.
En el caso del sismo de la noche del 10 de mayo, al localizarse el epicentro en la Ciudad de México, lejos de los sensores del SASMEX, y presentar una intensidad menor a 5, no se reunieron las condiciones para lanzar la alerta sísmica.
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Se registra microsismo de 3.0 con epicentro en Magdalena Contreras