BARRIOS DE CDMX

Gentrificación en Tepito: así corrieron a un predicador estadounidense del altar a la Santa Muerte

El sujeto se acercó a un altar destinado a los creyentes de la Santa Muerte en el barrio de Tepito, ubicado al centro de la Ciudad de México

NACIONAL

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La gentrificación en la Ciudad de México cada vez resulta un problema más grave para la ciudadanía, esto debido a que los espacios públicos y el flujo de personas entre clases sociales genera un conflicto; así sucede en distintos espacios que antes eran considerados del y para el barrio, pero ahora es común ver a grupos de personas de clase alta o extranjeros habitando estos lugares o frecuentándolos.

Recordemos que la gentrificación refiere cuando existe un proceso de renovación y reconstrucción urbana acompañada de personas de clase media y alta donde desplazan a los habitantes más pobres o vulnerables para habitarlo pero también para concurrirlo sin tomar en cuenta las necesidades y costumbres de los habitantes originarios.

Gentrificación en Tepito

Así sucedió en Tepito, un lugar que ahora se ha convertido en un centro turístico prácticamente imperdible entre los turistas y extranjeros, dejando a un lado a los locatarios y las necesidades que existen en el lugar; la gente más necesitada y también la delincuencia y grupos de narcomenudeo que rondan entre las calles de esta zona de la CDMX.

En redes sociales resurgió el video en donde un predicador aparentemente de nacionalidad estadounidense decidió llegar al altar destinado a la Santa Muerte ubicado en Tepito donde quiso compartir sus creencias religiosas católicas a los habitantes de este lugar, incomodando sin pensar en las consecuencias.

El predicador circuló por las calles de Tepito. FOTO: Captura de video

Predicador en el altar de la Santa Muerte

Ante esta situación, un grupo de personas de este barrio ubicado al centro de CDMX le pidieron que se fuera porque nadie iba a cambiar de opinión y que no tenía nada que hacer ahí, sin embargo, el sujeto se aferró a compartir sus ideologías, portando un micrófono para que lo escucharan respecto a su religión.

Los lugareños se sintieron invadidos, incómodos y molestos de que el hombre entrara a su barrio, y específicamente al altar de la Santa Muerte donde se llevaba a cabo un evento para esta misma deidad; esta acción fue considerada una falta de respeto.

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