Del 4 al 10 de septiembre se lleva a cabo la Semana Nacional de Prevención del Suicidio, una acción que ha ido en incremento en México, sobre todo desde el año 2020 cuando se declaró pandemia, pues el confinamiento causó un repunte de los padecimientos psicoemocionales y se trata de una de las principales causas de muerte entre adultos y adolescentes en todo el mundo.
Las cifras son alarmantes, pues de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) casi 800 mil personas mueren por suicidio cada año en todo el mundo y justo en 2020 hubo 1.2 millones de intentos a nivel mundial; de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en ese mismo año hubo siete mil 896 suicidios en México, 700 más con respecto a 2019.
El suicidio es un problema de salud mental que afecta principalmente a los hombres pues aunque hay más intentos de suicidio en mujeres, son de menos letalidad. En cambio, en hombres el porcentaje es 81.6 por ciento de los intentos se comete, dice Laura Barrientos Nicolás, médico psiquiatra y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El suicido es más frecuente entre jóvenes
El suicidio fue más frecuente en jóvenes de entre 14 y 29 años de edad. De siete mil 896 personas que cometieron suicidio, dos mil 293 tenían de 20 a 29 años de edad y mil 260 eran adolescentes de 10 a 19 años, siendo la cuarta causa de muerte en jóvenes y en 2029 se calcula que será la segunda en la mortalidad juvenil, indica la doctora de la UNAM, por lo que refiere que es necesario implementar una estrategia para atender estas alarmantes cifras.
El problema no sólo es de México, sino a nivel mundial, expertos del Centro Médico Wexner, perteneciente a la Universidad de Ohio afirman que es un se puede determinar quién está en riesgo y cuándo es que las personas vulnerables lo harán, pero afirman que un suicidio está íntimamente ligado con una afección emocional, se lee en un artículo publicado por la BBC.
Consideran que las personas que recurren al suicidio lo hacen al no poder controlar la situación emocional que atraviesan por lo que ven como una opción viable para manejar el dolor en el que se encuentran, por lo que la depresión está relacionada con el riesgo suicida y se convierte en otro problema para los servicios de atención psiquiátrica.
"Tengo todo y aún así siento un vacío", testimonio
Como lo mencionamos la depresión es una de las principales causas de suicido, por ello es una preocupación para los especialistas en atención psiquiátrica. En el año 2000 se previó que para el 2020, año de inicio de la pandemia de Covid-19, “iba a ser la segunda causa de discapacidad”. No sólo se cumplió esa alarmante predicción, sino que “ya se superó”, afirma Laura Barrientos.
Artemisa es una paciente diagnosticada con depresión clínica, recuerda que desde que era niña "sentía un vacío que siempre ha estado presente" aunque considera que tuvo una infancia feliz, pues nunca recibió maltrato de sus padres, ni tuvo carencias emocionales o vivió algún evento traumático, ese sentimiento ha estado presente con ella a lo largo de sus más de 30 años.
"Es de altibajos, hay momentos en lo que todo va relativamente tranquilo, pero otros en lo que las ganas de vivir se agotan, yo desde muy niña le decía a mis padres que estaba triste, pero ellos no comprendían lo que pasaba, ni yo tampoco, hasta la vida adulta supe que tenía depresión y empecé un tratamiento...hay frases como anímate, o échale ganas que no ayudan porque es algo que va más allá de ti, no decides de manera consciente estar así".
Artemisa expresa que las principales complicaciones son el tabú en torno a las enfermedades mentales y a los padecimientos como la depresión o ansiedad que cada vez son más constantes, "muchas personas creen que exageras, que no tienes nada y en lugar de ayudarte te hacen sentir que estás mal por expresar ese vacío que causa tristeza, dolor y una emoción de impotencia, creen que te gusta vivir así, victimizándote, pero no es así".
Para ella la solución a ese vacío siempre fue el suicidio, por ello en un momento lo intentó con una sobredosis de ansiolíticos, "en ese momento sólo quería dejar de sentir dolor", recuerda que la atención médica oportuna evitó que perdiera la vida, y desde entonces estuvo en terapia para tratar la depresión clínica y la ansiedad que de pronto vuelven. "Es un trabajo constante llevar la vida sin sentir demasiado", expresa con una sonrisa en los labios y una mirada esperanzadora al tiempo que resopla.
Artemisa forma parte del 50% de la población con intentos de suicidio que presentó causas como trastornos psicóticos, ataque de pánico, ruptura de la pareja, la muerte de un ser querido, una enfermedad crónica terminal –como cáncer o insuficiencia renal (sobre todo pacientes que se dializan)– o la pérdida de estatus económico o del empleo durante la pandemia de la Covid-19.
López Obrador habla del suicidio y los deseos de vivir felices
La ansiedad, ligada a la depresión y al riesgo suicida, es otro trastorno mental frecuente. Hay personas que la padecen pero que, por la desinformación y el estigma sobre los trastornos mentales, tardan hasta 14 años en llegar a un servicio de psiquiatría. Otra de las urgencias psiquiátricas más frecuentes son los pacientes en estado de intoxicación por consumo de sustancias psicoactivas.
Al respecto el presidente López Obrador indicó en la conferencia Mañanera de este 7 de septiembre: “creo que hay que ir siempre al fondo, conseguir entre todos una sociedad mejor, que no produzca frustración que produzca deseos de vivir de ser felices eso tiene que ver con el bienestar del alma”.
En caso de urgencia psiquiátrica, sujetos potencialmente suicidas y familiares pueden acudir al Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez, a los institutos nacionales de Psiquiatría y de Neurología y Neurocirugía, entre otras instituciones de salud en Ciudad de México.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) estima que los problemas de salud mental pueden llegar a tener un costo de hasta el 15% de la nómina de una empresa y representa una pérdida de 3.7% del Producto Interno Bruto (PIB). Además, estos problemas afectan a más del 51% de los colaboradores, estima el instituto.
“Los colaboradores son el activo principal de una empresa. Los costos de no cuidar su salud mental pueden resultar altos, sobre todo si consideramos que puede generarse un ambiente laboral complejo, propicio para que los trastornos se repliquen de forma rápida en otras personas”, explica Abel Navajas de Affor Health, empresa especializada en gestionar y mejorar la salud psicosocial de las personas en las organizaciones.
Por su parte, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) refiere que el ausentismo laboral asociado a padecimientos psicológicos, representa una pérdida de 23.80% en la productividad de los empleados y estima que el 75% de la fuerza padece fatiga y enfermedades asociadas a factores de riesgos psicosocial.
La carga excesiva de trabajo está directamente relacionada con trastornos de estrés, ansiedad y fatiga crónica. Esto puede repercutir en las empresas, ya que la probabilidad de que los integrantes de un equipo sometidos a grandes presiones abandonen su empleo durante los primeros dos años es relativamente alta.
Si sufres o conoces a alguien que necesita ayuda puedes llamar al número de atención telefónica Línea de la Vida 800 911 2000. Funciona las 24 horas de los 365 días del año a nivel nacional. Los especialistas te acompañan de manera personalizada dando seguimiento a tu necesidad hasta la conclusión de la misma.
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