POLICÍA COMUNAL

Guardianas purépechas toman las armas y se integran a la "Kuaricha" para cuidar su pueblo

Mujeres purépechas rompen estereotipos y toman uniformes y armas para brindar seguridad

NACIONAL

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Mujeres purépechas rompen estereotipos y toman uniformes y armas para brindar seguridad
Mujeres purépechas rompen estereotipos y toman uniformes y armas para brindar seguridad Créditos: Foto: Especial

Mujeres indígenas purépechas luchan por romper los estereotipos de género y el machismo que prevalece en sus comunidades. Para ello, han comenzado a involucrarse en actividades que antaño eran exclusivas para los hombres. En el municipio de Tangamandapio, un grupo de mujeres de la localidad de La Cantera, dejaron las vestimentas tradicionales para portar un uniforme, un arma y unirse a la Kuaricha de su comunidad, es decir, a la policía comunal.

Hace un año, La Cantera logró ser la segunda comunidad con autogobierno en Tangamandapio, y una de las 24 comunidades con autonomía a nivel estatal. Ello permitió que los pobladores se organizaran para conformar su propia policía comunal.

En contra de las ideologías y paradigmas que sobreviven en uno de los municipios con mayor número de población indígena, Guillermina Ascencio Mateo logró ser la encargada de la Comisión de Honor y Justicia y jefa de la Kuaricha.

La mujer, que por las mañanas labora como maestra en educación preescolar, enfrentó diversas complejidades para asumir la responsabilidad de la seguridad en La Cantera.

“Les pedí que me dejaran trabajar, y si no podía con el cargo se los iba a dejar, pero que me dieran la oportunidad de hacer que la mujer no se sintiera desprotegida. Al principio me dio mucho miedo, no sabía nada de esto, fue todo un reto. La comunidad contaba con seis elementos estatales, los cuales se retiraron, se llevaron las armas que eran de la comunidad y me dejaron sin nada. Se fueron porque no querían obedecer el mando que estaba yo asumiendo. Decían que ellos tenían otro director al que obedecer, pero que a mí no”, recordó la maestra Guille, como es conocida en la localidad.

Al no tener elementos para formar la Kuaricha, Guillermina Ascencio propuso integrar a un grupo de mujeres. Al inicio, la idea no fue bien recibida por la mayoría, pues afirmaban que la labor policial no era para “las viejas”. Pese a las posturas contrarias, la docente logró reclutar a seis mujeres y 11 hombres que ahora forman la corporación.

“Los jóvenes varones no pueden intervenir en una riña donde participa alguna mujer. Entonces, a veces violentaban los derechos de las mujeres. Las mujeres tenemos otro espíritu, otra forma de atender situaciones, por lo que,, a veces, mediamos para que no llegue la violencia a esa situación. La intervención de la mujer ha sido fundamental en las situaciones de la comunidad”, afirma.

Otra joven de 36 años que forma parte de la Kuaricha, quien pidió anonimato, afirma que ingresó a la corporación para demostrar que las mujeres también son capaces de desempeñar funciones que se creían exclusivas para el género masculino.

“Nosotras podemos y valemos igual que un hombre. Tuve bastantes críticas, malos comentarios de hombres. Decían que las mujeres no servíamos para un trabajo como éste, que no servíamos para nada más que para estar en la cocina y les hemos demostrado que sí se puede y que vamos a salir adelante”, sentenció la guardiana comunal, quien en sus días de descanso se dedica al hogar y a la elaboración de artesanías.

Las mujeres elementos de la Kuaricha de La Cantera cubren turnos de 48 horas, en los que realizan al menos 12 recorridos diarios por la comunidad y poblaciones aledañas, en las que los reportes de violencia intrafamiliar y riñas entre personas alcoholizadas son los más frecuentes.

 

MAAZ