Maple era un perrito inu que no solía llevarse bien con otros perros. Esto llevó a sus dueños a llevarlo a un campamento de entrenamiento para que mejorara su conducta.
Sin embargo, en lugar de regresar a un animal sano y con un mejor comportamiento, los dueños recibieron una urna con las cenizas de su mascota.
Quien da a conocer esto fue el usuario de Facebook Dave Ordnajeña, quien asegura que el animal estaba a punto de cumplir un año de edad y solía estresarse, por lo que decidieron acudir a Antonio Ávila, quien decía ser entrenador.
En su página de Instagram, You can dog training, el hombre ofrecía el servicio de instrucción para perros. De acuerdo con la denuncia, el perro había avanzado de manera importante durante sus clases.
Por esta razón, aceptaron que el hombre se lo llevara a un campamento donde habría otros perros. El animal fue devuelto a casa, pero el instructor pidió que le dejaran cuidar de él dos semanas más para reforzar lo aprendido.
Pese a que su nuevo regreso sería hoy 10 de julio, durante la madrugada del 8 de julio la novia del entrenador llamó a Dave para decirle que el animal había sido mordido por una víbora y no tenían cómo conseguir una vacuna en contra del veneno.
A esto siguieron varias negativas de la chica y de Antonio para dar a conocer el lugar donde estaba siendo atendida la mascota.
Después de esto, le informaron a la pareja que el animal había muerto y lo iban a cremar, situación que ellos no habían aceptado. Al final les pidieron que fueran al Deportivo Xochimilco, donde entregaron las cenizas de Maple en una urna.
El denunciante asegura que los encargados del refugio iban con aliento alcohólico y cuando pidieron que los llevaran a la clínica donde había sido atendido su compañero, se negaron.
"¿Y saben que hicieron? Se subieron a su camioneta y se fueron, me bloquearon de WhatsApp", escribió Dave.
Pese a que tenían la cuenta de Instagram abierta para recibir solicitudes, el personal del recinto a bloqueado sus redes y ha colocado un mensaje: "Maple fue malentendido".
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