Defender los derechos humanos, principalmente los de las mujeres, no es una tarea fácil en el país con más feminicidios en América Latina, lo que ha llevado a algunas activistas en la materia a desistir en su labor, mientras otras como Ariadne Song, buscan justicia a través de los medios gubernamentales destinados para la materia, pues aún confían en que la realidad de amenazas y vulneración que viven millones de mexicanas, puede llegar a cambiar a través de la aplicación de la justicia.
De acuerdo con la activista quintanarroense, las leyes en México tienen una gran riqueza jurídica que ampara a las víctimas de cualquier agresión; no obstante, en la aplicación de la misma es cuando ésta se ve corrompida y no cumple con las obligaciones que tiene el Estado.
“Hay mucha impunidad y ese es uno de los factores que desalientan a las mujeres por la falta de atención y empatía, así como la complicidad de las autoridades ante las denuncias emitidas, por eso algunas terminan acudiendo a redes feministas para que les ayuden a conseguir justicia”, detalló.
Tras su lucha por ayudar a las mujeres en situación vulnerable, la vocera del colectivo feminista Xtabay también ha sido víctima de amenazas contra ella y su familia; sin embargo, asegura que su lucha es más grande que su miedo y que se siente respaldada por la gran red feminista que se alza en todo el país, no así por las autoridades.
En 2020, Ariadne fue víctima del primer atentado en su contra. Tras participar en una movilización para que el Congreso local integrara a su agenda legislativa la despenalización del aborto, personas no identificadas llegaron a las inmediaciones del hogar de la defensora, ubicado en Chetumal, Quintana Roo, donde rompieron el vidrio de su auto, realizaron pintas, lanzaron huevos contra la casa y una bomba incendiaria al terreno baldío adyacente. En el momento del ataque la familia se encontraba al interior del domicilio.
PAL