“Parece mentira, pero siempre que estamos felices pasa algo que lo arruina todo”, como si presagiara la tragedia, Nohemí escribió el 6 de enero una frase en Facebook que hoy hace más grande el dolor. Ella y su esposa Yulizsa fueron brutalmente torturadas y destazadas, en uno de los crímenes más aterradores de los que se tenga memoria en la frontera norte de México.
Nohemí Medina Martínez y Yulizsa Ramírez eran madres de tres hijos, viajaron de El Paso, Texas, a Ciudad Juárez, donde encontraron la muerte en circunstancias aún desconocidas. La Fiscalía de Chihuahua negó que se trate de un crimen de odio y mantiene abiertas las investigaciones, sin que hasta el momento haya detenidos por el crimen.
Este miércoles 19 de enero, los restos de la joven pareja fueron entregados a sus familiares, que claman por respuestas y justicia.
La joven pareja contrajo matrimonio por el civil el verano pasado. Viajaron hace unos días a Chihuahua de visita familiar, Yulizsa era residente de El Paso y Nohemí de Ciudad Juárez, según sus perfiles de Facebook. Sus más cercanos las vieron un día antes del macabro descubrimiento de sus cuerpos cercenados y ocultos en bolsas de plástico sobre el asfalto de la carretera Juárez - Porvenir a la altura de Valle de Juárez.
Las fotos de sus perfiles sociales dan cuenta de una familia amorosa que pasaba el tiempo con sus hijos, dos niñas y un niño.
"Ya no pudimos abrazarnos mi niña", expresó una amiga de Nohemí en Facebook. “Noooo mijaaaaa mi Nohemí Medina Martínez te amo. Mi niña hasta donde hayas volado”, secundó otra. El sentimiento de dolor e impotencia alcanza por igual a familiares, conocidos y activistas que exigen se aclare si se trató de un crimen de odio.
"¡Exigimos que se esclarezcan los feminicidios de Nohemí Medina Martínez y Yulizsa Ramírez!... Las características del crimen nos confirman que se trató de un crimen de odio, que no puede quedar impune... ¡Alto a la lesbofobia en Chihuahua!", exigió en un comunicado el Comité de la Diversidad Sexual de Chihuahua.
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