A cuatro meses de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) la amparó por ser víctima de esterilización no consentida en un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Jalisco, Sandra analiza someterse a algún método de reproducción asistida.
Es la primera vez que relata lo ocurrido a un medio de comunicación, pues hace cuatro años, cuando llevaba tres días en labor de parto en ese nosocomio, con engaños firmó la autorización para que le realizaran la oclusión tubaria bilateral (OTB), que implica la obstrucción de las trompas de falopio y es un método anticonceptivo permanente.
Ese día, la doctora le dijo al esposo de Sandra que ella estaba de acuerdo con el procedimiento que le realizarían por cuestiones de salud porque estaba en riesgo, por lo que, al igual que ella, él firmó y muchas veces, recordó la mujer, lo culpó de lo que le pasó, incluso pensó en terminar su relación.
“Ha sido para mí un poco difícil porque, a veces digo, ‘no sé si estoy exagerando o no sé’, pero es lo que siento, es como yo me siento, sí fue algo que yo no decidí cuando la doctora me dijo que si había decidió operarme para no tener hijos, yo le dije que no porque no estaba en esos planes, yo quería tener un hijo más, yo siempre decía que quería tener tres hijos.
“Ella me comenzó a decir que era una irresponsable, que a estas alturas, montones de cosas y comenzó a presionarme, yo estaba mal, ya llevaba días ahí, me dijo que si no me operaba que me iba a dejar ahí hasta que yo me aliviara normal”, señaló en entrevista con El Heraldo de México.
Sentía que después de la OTB su cuerpo no era el mismo, que ya no funcionaba bien, visitó a dos ginecólogos que le dijeron que revertir el método anticonceptivo era peligroso, costoso y no se garantizan buenos resultados.
Sin embargo, en ocasiones piensa en ser madre nuevamente y valora si es posible un tratamiento de reproducción asistida.
“He estado viendo en internet y vi que hay la fecundación in vitro, algo así y pues ya dije que sí me gustaría, pero es algo que tendría que hablarlo con mi esposo… porque él dice que es como tenerlo a la fuerza que no es normal”, dijo la mujer de 35 años de edad.
La Primera Sala de la Corte ordenó al IMSS tratar de revertir la OTB yofrecer a Sandra la posibilidad de reproducción asistida, y que esta se le practique en el instituto o en una institución privada de salud.
CAR