De acuerdo con autoridades de Estados Unidos, el campamento de migrantes que se instaló la semana pasada bajo el puente internacional que une a Del Rio, Texas con Acuña, Coahuila, donde llegó a haber más de 15 mil personas, ahora se redujo y ya solo quedan aproximadamente 4 mil.
Con el endurecimiento de las deportaciones, los traslados a otros centros de procesamiento en Estados Unidos y la decisión de algunos migrantes de establecerse en Acuña, se ha reducido significativamente el campamento bajo el puente, aunque la crisis continúa.
Según información de agencias, más de mil 400 migrantes han sido enviados de regreso a Haití y otros países, otras 3 mil 200 personas están bajo custodia de Estados Unidos y están siendo procesadas y otros miles han regresado a México.
En ese sentido, el Instituto Nacional de Migración (INM) contabilizó a 600 que se cruzaron a Acuña y ahí permanecen, pues se establecieron en un parque de la localidad coahuilense, muy cerca del Río Bravo.
Por lo menos 250 migrantes han sido enviados a Chiapas desde la frontera de Coahuila, con el objetivo de que arreglen su situación migratoria y obtengan un permiso que acredite su estancia legal en México.
Por otro lado, mientras se mantiene cerrado el puente internacional Del Rio-Acuña, empresarios del municipio coahuilense prevén que el impacto podría verse reflejado en la pérdida de contratos, pues las entregas se están retrasando, debido a que ahora tienen que viajar hasta Piedras Negras, municipio ubicado a 100 kilómetros de distancia, para cruzar a Estados Unidos su mercancía.
El alcalde de Acuña, Roberto de los Santos, señaló que el cierre del puente internacional ha elevado por los cielos los costos de transportación de las empresas maquiladoras de la zona.