Cientos de mexicanos decidieron, pese a la emergencia sanitaria por COVID-19, acudir al Zócalo de la Ciudad de México para presenciar en vivo y directo el Grito de Independencia, así como el espectáculo fuegos pirotécnicos.
No obstante, su decepción fue mayor cuando se encontraron con el principal cerco policial en la calle de Madero, principal corredor comercial del Centro Histórico.
Este fue el caso de Gloria Leticia Sarmiento, quien se vistió de china poblana y viajó desde Tijuana, Baja California “con el propósito de escuchar al presidente, Andrés Manuel López Obrador y demostrarle el cariño y amor que le tenemos por haber venido a hacer las cosas bien”.
“Nunca dijeron abiertamente que no iba a estar abierto, nunca se supo. Yo estuve pendiente y en ningún momento dijeron que no iba haber acceso”, explicó.
Reconoció que entiende que es por seguridad y por la pandemia que se restringe el acceso; “porque el presidente tiene que estar resguardado y seguro, tiene mucha gente en contra”.
Al cuestionarle si permanecería frente al cerco apuntó “aquí un rato y después a Garibaldi, no sé a dónde vayan mis amigas; mañana vamos a ir al desfile”.
De igual forma, Elsa Pineda, tampoco se enteró del cierre a la plancha, no obstante, aprobó la medida y es que con eso se están cumpliendo los protocolos para resguardar la salud de los mexicanos.
Expuso que su hijo, viajó desde San Diego, California para “participar en esta fiesta como cuando era niño, nos vamos desilusionados y a la vez esta bien porque no se va a aglomerar la plancha del Zócalo”.
“Deberían de haber avisado por medios de comunicación porque hasta donde nosotros sabíamos se iba amenizar esta noche con grupos musicales, entonces, somos por hecho que se iba a romper lo de la contingencia, por eso venimos temprano para evitar estar con la aglomeración”, resaltó.
Algunos otros se resignaron y se dirigieron a sus hoteles a festejar esta noche patria.
MAAZ