Baja California Sur está a punto de vivir una nueva alternancia política. Carlos Mendoza Davis entrega un estado en paz y con mayor inversión extranjera y turística.
La primera transición en la entidad fue en 1999 cuando el PRD asumió el gobierno estatal; la siguiente ocurrió en el año 2011, con la llegada de Acción Nacional al gobierno y este año, se da el cambio con una administración de Morena.
Algo que será recordado por la población sudcaliforniana es la contención de la violencia heredada de la administración que le precedió a Mendoza. La inseguridad recibida tardó en controlarse aproximadamente dos años, en colaboración con las fuerzas armadas de los tres niveles de gobierno.
Al grado de que el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lo reconoció el pasado 6 de agosto, al destacar que Baja California Sur se posiciona como uno de los estados con menor incidencia delictiva y, de igual forma, encabeza la lista de entidades con una mayor inversión extranjera y turística del país.
El Malecón de La Paz, es sin duda la mayor de las obras del sexenio de Mendoza Davis. Son 6.5 kilómetros remodelados y adecuados para las necesidades de peatones, vehículos y comerciantes. Además incorporó áreas de esparcimiento como ciclovías, miradores, parques y monumentos.
Otras de las obras notables fueron las plazas centrales de los municipios y delegaciones más turísticas de la entidad.
Deja un Hospital Oncológico para atender el alto número de padecimientos en cáncer de adulto e infantil. Además de que se remodelaron los principales inmuebles deportivos de los municipios.
Baja California Sur termina esta administración como la tercera entidad del país como menor deuda, sólo por detrás de Querétaro y Tlaxcala, que no tienen.
El Poder Ejecutivo encabezado por Mendoza Davis atravesó por un sexenio confrontado directamente con el Poder Legislativo, el cual, tuvo a su interior, el conflicto de contar con dos mesas directivas. Una muy apegada a la oposición y otra muy apegada al ejecutivo
Hay temas que no llegaron a concretarse en materia educativa y de transporte, además de la falta de un plan hídrico que viniera a satisfacer las necesidades de los centros urbanos más poblados de los cinco municipios de una entidad carente de agua, aún cuando es la que más litorales tiene.