Todas los días, por casi ocho minutos, los primeros rayos del sol se asoman por el horizonte, a casi 300 mil kilómetros por segundo creando un espectáculo visual. La mayoría de las personas se pierden este evento, pues suele ocurrir cuando todos están durmiendo aún, pero en esta ocasión algunos de los habitantes de la Ciudad de México pudieron disfrutar de un amanecer que pocas veces ocurre en la metrópoli.
Y es que a medida que la luz solar toca nuestra atmósfera es dispersada por pequeñas moléculas de gas, y el esparcimiento de esa luz depende de la longitud de onda de cada color. El rojo tiene una longitud mayor, pero la del azul es más corta y es la que más se dispersa a nuestros ojos, por eso vemos el cielo de ese color en algunas ocasiones, como hoy.
Cuando el Sol está en la parte baja del horizonte, la luz que vemos llega hasta nosotros a través de una gruesa capa de la atmósfera, vapor de agua y polvo, que ayudan a absorber y esparcir la luz y dependiendo de las condiciones a veces luce más amarilla o roja. Cuando existe mucha contaminación, se crea una franja de color más apagada, pero más extensa, alrededor del cielo.
El espectáculo en el cielo de esta mañana
En esta ocasión, tanto los habitantes de la CDMX y el Estado de México lograron ver un cielo con tonos naranja y rojizos increíbles, algunos fueron capaces de tomar una fotografía. En la Zona Metropolitana del Valle de México, con una temperatura máxima de 24 grados y mínima de 15, hay algunas nubes, lo que hizo que el espectáculo fuera mejor.
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Luego de estas postales, sin duda algunas personas tendrán una motivación para levantarse más temprano y tratar de ver con sus propios ojos el amanecer.
msb