El reto de los candidatos que contienden a diversos cargos de elección popular es mantener la cercanía con la gente y exponer sus propuestas de forma clara y sencilla a través del uso de cubrebocas, cuando la costumbre por décadas han sido los eventos masivos, los abrazos y saludos entre el aspirante, simpatizantes y ciudadanos.
Esta campaña política en medio de la pandemia por Covid-19 se vuelve complicada para los políticos, reconoce el líder del PRI en Jalisco, Ramiro Hernández García en entrevista con El Heraldo de México.
“El reto más importante será las circunstancias en las que habrá que hacer campaña, hay una serie de restricciones que la pandemia nos establece y que limita mucho la capacidad de comunicación y de contacto con los simpatizantes y ciudadanos. Las campañas de hecho lo que buscan es cómo convencer, cómo transmitir los mensajes, cómo generar el acercamiento y el contacto de los candidatos con los electores y la pandemia nos pone en una circunstancia difícil en términos de cómo hacer las campañas”.
Las campañas políticas recién arrancaron el pasado domingo, pero ha sido frecuente que los aspirantes o simpatizantes aparezcan sin cubrebocas o con la máscara de protección mal puesta. Por ejemplo, el candidato de Morena a la alcaldía de Guadalajara, Carlos Lomelí Bolaños fue captado a bordo del transporte público sin utilizar el cubrebocas mientras platicaba con los usuarios.
El aspirante panista a la presidencia municipal de El Salto, Jalisco, Adrián Alejandro Flores Vélez, en otro evento político no portaba el cubrebocas. Irónicamente, su slogan de campaña es “Para estar mejor todas y todos”.
Clarita Martínez, aspirante del PRI para la alcaldía de Lagos de Moreno también olvidó el cubrebocas en el evento proselitista de arranque de campaña. Posteriormente, al visitar a comerciantes en un tianguis, sí portó un cubrebocas color rojo. Entre las promesas que hace Clarita Martínez a la población están: “regresar la esperanza, la dignidad y el futuro a Lagos de Moreno”.
Por Adriana Luna
GB