Poco se difunde la historia de Gaspar Yanga, un posible príncipe de Gabón, que fue trasladado a la actual Veracruz y organizó la lucha contra la esclavitud de los españoles y construyó la primera comunidad llamada San Lorenzo de los Negros alrededor de 1609.
En 1570, cincuenta años después de la victoria de los españoles en Tenochtitlán, Yanga fue trasladado al puerto de Veracruz para trabajar en las plantaciones de azúcar y alcohol de la región.
Ahí vivió en carne propia los malos tratos de los españoles que, advertidos de la resistencia de los negros a trabajar en condiciones climáticas tropicales, explotaban a grandes comunidades de negros para obtener azúcar.
Descrito como un hombre más grande y fuerte que el promedio de africanos, además de inteligente y con carácter, Yanga se escapó de la hacienda en la que lo explotaban y lideró la rebelión de negros de la zona durante más de 30 años.
Debido a las leyes que legalizaban la esclavitud, cuando los negros escapaban y se les atrapaba después, eran acusados de robo pues eran considerados propiedad de los españoles. A estos negros fugados se les llamaba cimarrones de manera despectiva pues recordaban a las especies animales que se volvían fieras en los montes.
Yanga no sólo logró evadir a los españoles durante varias décadas, sino que además organizó a otros negros que se fugaban para luchar por que se les reconociera como hombres y mujeres libres 200 años de que con la independencia de México se prohibiera la esclavitud.
El movimiento libertario consumado con Yanga empezaría en 1537, con la huida de los cimarrones. En 1546 el virrey Antonio de Mendoza ordenó ahorcar en la Plaza Mayor de la Ciudad de México a dos "negros fugitivos" llamados Juan Román y Juan Venegas. La cacería de afrodescendientes ya llevaba tiempo y con cualquier mínimo pretexto podían ser ejecutados. En esta cacería muchos de los cimarrones huyeron por el Istmo de Tehuantepec hasta lugares remotos del Perú.
A pesar de que no se conocen detalles de cómo se desarrolló el movimiento libertario de los negros, se sabe que para 1610, estaban organizados más de 500 negros que no sólo evadían a los españoles gracias a su conocimiento de la geografía de la región sino que además sobrevivían gracias al asalto de haciendas y robo de caminos que realizaban de manera constante.
Desde inicios de 1600 se rumoreaba que tenían la intención de levantarse en armas, bajar a las comunidades de españoles, asesinar a los dueños de las fincas y establecer un territorio independiente en donde elegirían a un nuevo rey, que sería Yanga.
Debido a esto, el virrey de la Nueva España ordenó dar caza y terminar con la sublevación, sin embargo no tuvieron suerte. Llegaron incluso a incendiar el asentamiento de Yanga y su gente, sin embargo la población logró huir y refugiarse en las montañas por lo que la embestida española no surtió efecto.
Poco después Yanga enviaría un emisario de paz ofreciendo algunas condiciones a los españoles: el reconocimiento de su asentamiento y libertad para desarrollar su vida en paz a cambio de rendirle tributo a la corona española e, incluso, la promesa de que no aceptarían a otros negros fugados en su comunidad.
A pesar de que en un primer momento las autoridades se negaron a aceptar, un año después, en 1610 se vieron obligados a aceptar los términos y condiciones de Yanga, quien ya era un anciano pero seguía siendo el líder de los africanos.
Fue así que se constituyeron como un pueblo independiente y, sobre todo, libre de la atroz esclavitud española que garantizó la muerte de millones de negros durante toda la época colonial.
Hoy en día, es posible observar una estatua de Yanga en la localidad de San Lorenzo de los Negros, Veracruz, por lo que si un día conoces esta comunidad, no olvides pasarte el monumento.
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