En los primeros 11 meses del año, 922 mujeres fueron víctimas de feminicidio en el país, y 195 de ellas, que representan 21 por ciento, perdieron la vida por un arma de fuego, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
En promedio, al mes murieron 83 mujeres por este delito; en noviembre se registraron 71 víctimas, y agosto es el mes con más casos reportados por las procuradurías y fiscalías de México en 2021, con 111.
De las 922 víctimas, 213 fallecieron por lo que se clasifica como arma blanca; 439 por otro objeto, y en el caso de 75 mujeres no se especifica.
La entidad que registra más víctimas de este crimen es el Estado de México, con 132, seguida de Jalisco y Veracruz, con 66 cada una.
Las organizaciones Intersecta, Data Cívica, Equis Justicia para las Mujeres y el Centro de Estudios Ecuménicos señalaron en el informe Violencia de género con armas de fuego en México que la creciente disponibilidad de estos dispositivos ha reconfigurado la violencia que se ejerce contra las mujeres y las personas de la comunidad LGBTIQ+.
“Usualmente los feminicidios ocurrían en el ámbito doméstico; actualmente se registra un aumento en el número de víctimas en el espacio público, particularmente la exposición de los cuerpos con signos de violencia intensa; aunque el perfil del agresor continúa siendo de personas que guardan parentesco con la víctimas —o parte de su círculo de relaciones personales—, prevalentemente.
“Del universo de feminicidios, se nota un aumento en aquellos ejecutados con arma de fuego, ya sea como causa de muerte o como parte de las lesiones encontradas en los cuerpos”, señala el informe.
Recientemente, Chrístel Rosales, investigadora del Programa de Justicia de México Evalúa, aseguró que los esfuerzos para combatir el feminicidio se han centrado en cuestiones normativas y en las penas de prisión, pero no en capacitación de las instancias para investigarlo.
CAR