Su voz y los acordes de su guitarra se han vuelto la última despedida para decenas de personas que han fallecido de COVID-19 desde hace 10 meses en el Valle de Toluca. Antonio Salinas, alias El Kerreke de Toluca, es quien le ha cantado a la muerte en tiempos de pandemia.
Desde las puertas del panteón municipal de la capital mexiquense, El Kerreke observa el ir y venir de carrozas y una vez que descienden el féretro, las cuerdas de su guitarra sueltan las notas musicales y su voz interpreta las letras de afamadas canciones.
Amor eterno
El músico local trae consigo su cubrebocas y se ha apoyado de una diadema que amplifica su voz. Amor eterno es la pieza musical que más le piden para despedir a mujeres; en tanto, para los hombres Un puño de tierra.
Desde hace una semana, El Kerreke reconoce nostálgico que han aumentado la demanda en este y otros cementerios donde ofrece música. Él sabe que detrás de las estadísticas de defunciones de COVID-19 hay historias de familias completas que le lloran a un ser querido.
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Aguantamos el llanto
“Nosotros cuando damos un servicio, como nos adentramos a la situación, es triste, aguantamos el llanto, lo que uno está cantando; tenemos el cubrebocas, pero tenemos que estar retirados y cantar es un sentimiento grande y fuerte”, declaró.
El Kerreque ha visitado panteones de delegaciones como San Felipe Tlalmimilolpan, San Juan Tilapa, Tlacotepec y el de Tlaxomulco.
Por Gerardo García