“Tienes cáncer de estómago muy avanzado. No hay nada que hacer”, fue el diagnóstico médico que le cayó como balde de agua helada a Esther Aparicio, atleta de alto rendimiento y maestra de natación.
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La enfermedad transformó su vida, pero su mente cambió su futuro. Hace un año y tres meses fue diagnosticada y desahuciada por los médicos. Ella como licenciada en Cultura Física y Deporte recordó que todos los días insistía a los niños sobre el poder de la mente para lograr objetivos en sus clases de natación. Esos pensamientos positivos la ayudaron durante su tratamiento.
“Cuando me detectaron (la enfermedad) ya estaba muy avanzada. Ese mismo día me dijeron: ‘quizás no haya mucho que hacer, pero si quieres intentar, no hay nada probado, todo será experimental pero es probable que no resistas, el cáncer de estómago está muy avanzado’. Aún así no me rendí, siempre adelante. Nunca creí cuando me decían que no había esperanza. ¡Siempre en mi mente fue vivir y salir adelante!”.
La maestra de natación con 35 años de edad, comprobó que la mente logra sanar al cuerpo.
“Totalmente me cambió el mundo. Aquí estoy dando gracias a Dios y a mi padre que nunca se ha rendido tampoco. Hay que tener confianza en los médicos, ellos dentro de su conocimiento aunque no crean que es alcanzable (curarse), hay que tener confianza en que sí se puede”.
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Esther ha recibido en su vida múltiples medallas en distintas carreras pedestres y acuáticas, pero ahora recibió la medalla más importante de su vida, en Nariz Roja, A. C., tras convertirse en campeona y vencer el cáncer de estómago.
“¡Me siento súper bien! Desear a los que todavía están en la lucha: ¡no se rindan! Aunque los médicos te digan que no hay esperanza, eso nunca se pierde, con un granito de mostaza que tú tengas en Dios, con eso es suficiente para salir adelante”.
Nariz Roja hoy inaugura el albergue para la atención diaria de 60 niños que vienen a Guadalajara para recibir su tratamiento contra el cáncer, expresó en entrevista con El Heraldo de México, su director Alejandro Barbosa.
“Un sueño de tres años de trabajo, ya por fin abrimos las puertas de este espacio para niños y mujeres que padecen cáncer. Apoyar a mujeres es la novedad, vamos a tener un área especial para las damas que se atienden de cáncer, que puedan quedarse aquí a comer y a dormir. Los niños igual tienen su albergue y su comedor. Aquí también está la escuela Nariz Roja”.
El desabasto de medicamentos no tiene respuesta contundente por parte del Gobierno Federal, decenas de niños están retrocediendo en su tratamiento y muchos de ellos perderán la batalla contra el cáncer.
“La Secretaría de Salud (federal), el INSABI y todas las dependencias que se inventan para comprar medicamentos, ellos son los responsables. Aquí en Jalisco, especialmente los Hospitales Civiles, no han recibido estos medicamentos, ya no tienen el Seguro Popular, es una cantidad de población grande tanto de adultos como niños.
¿Qué puede pasar si no reciben su medicamento? Lo más leve es tener una recaída y en el peor de los casos, desafortunadamente: la muerte. En México, como enfermedad, es la primera causa de muerte en niños y mujeres. Hoy que no hay medicamentos estamos en una situación de alto riesgo porque muchos niños y adultos están jugándose la vida sin medicamento”.
Ni siquiera amparos a nombre de 76 niños con cáncer ha permitido surtir las recetas.
“Las instituciones han incumplido, creímos que con el amparo sería mejor el servicio, pero nos equivocamos ”, lamentó el subdirector de la Asociación Civil, Pablo López.
Para mayor información sobre los donativos a Nariz Roja A.C y el albergue infantil (ubicado en la calle Hospital 142 en Guadalajara) puede encontrarse en la página electrónica: http://www.narizroja.org/.
POR ADRIANA LUNA
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