Los constantes cierres del Centro Histórico, ya sea por la pandemia, las marchas, plantones o actos oficiales, tienen al borde de la quiebra a cientos de locatarios.
Sitios con casi un siglo de operación están quebrando tras seis meses de acordamiento de calles y avenidas.
María Elena Yazmín Lozano, quien opera el primer restaurante vegetariano en la CDMX, con 96 años de tradición, refirió que las medidas de reapertura son insuficientes y los apoyos prácticamente nulos.
[nota_relacionada id= 1257466]“Nos están ignorando, no somos empresas grandes o cadenas que puedan soportar esta situación. Estamos al borde del quiebre; están dejando perder parte de la historia del Centro, su comunidad real de décadas, para que lleguen cadenas a invadir. El cierre es asfixiante”, alertó.
La voz de Lozano representa a una organización espontánea de locatarios que no han sido atendidos por el gobierno ni por la Autoridad del Centro Histórico.
Por Manuel Durán
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