Por segunda ocasión, en menos de dos meses, Bernabé Flores Franco, enfermero de un hospital de Atizapán, perteneciente al Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), enfrenta el riesgo de perder la vida; primero como portador de COVID-19 y ahora por una secuela, que este padecimiento le dejó.
Además de la gravedad de su salud, debido a dos bolsas generadas en su pulmón izquierdo; nuevamente tuvo que enfrentar, la negativa para ser atendido en el ISSSTE de Tultitlán; como le sucedió cuando tenía los síntomas de coronavirus.
Luego de peregrinar, Berna será intervenido quirúrgicamente este lunes, en el Hospital del ISSSTE de Tacuba.
[nota_relacionada id= 1073854]En abril, cuando superó el coronavirus, en el mismo hospital donde trabaja; tras un brote, que ocasionó la muerte de dos compañeros, se sintió afortunado por la oportunidad de vida.
Le detectan padecimiento
Al poco tiempo, el médico internista del nosocomio de Atizapán, Daniel Arellano, le detectó las “bulas”, que pueden reventar en cualquier momento, poniendo en riesgo su vida, si no es operado.
[nota_relacionada id= 1073823]En el ISSSTE de Tultitlán, argumentaron que no era urgencia, pues no habían reventado; y que hasta después de la contingencia sanitaria, podría ser atendido.
“Con los síntomas de COVID, me decían que era una simple infección de garganta. Ahora, también me negaron la atención; pero si las bolsas revientan, no podría llegar a tiempo al ISSSTE de Tultitlán; eso no lo entienden”.
Berna, quien contrajo el virus, por trabajar sin protección; hizo un llamado a las autoridades, para sensibilizarse con los trabajadores de salud. [nota_relacionada id= 1074008]
Por Leticia Ríos
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