Al entrar a la estación Cuatro Caminos, personal de vigilancia y policías auxiliares reciben a los usuarios del Metro con unos letreros en las manos que dicen “callados prevenimos el contagio” y se observa la silueta de una persona que hace una señal para guardar silencio.
Además de los cubrebocas, que son obligatorios en el Metro y Metrobús, y la sana distancia, los usuarios ahora deben viajar sin hablar, cantar ni gritar para evitar contagios de COVID-19 durante la llamada “nueva normalidad”.
La campaña, indicó el Sistema de Transporte Colectivo, se basa en análisis científicos que demuestran que una de las principales formas de transmisión del COVID-19 es a través de las gotitas de secreciones respiratorias que expulsan las personas al toser, estornudar o hablar.
Pero no todos atendieron este exhorto a viajar en silencio luego de la Jornada de Sana Distancia.
En un recorrido por la línea 2 del Metro, El Heraldo de México observó a algunos comerciantes informales que en su labor diaria se suben a los vagones a vender y para llamar la atención, hablan en voz alta para ofrecer la mercancía.
También se observó a una persona en muletas que recorrió los vagones para pedir dinero, así como a un par de niños que subieron para cantar una canción.
Pero también hay usuarios que mantuvieron una plática durante su trayecto.
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Por Gerardo Suárez
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