Agustín Pío Quinto administra una comercializadora de carne. Supo que sería un año económicamente difícil y, desde hace mes y medio, tomó providencias que fueron insuficientes ante la aparición del COVID-19.
Hoy, asegura que su interés no es ganar dinero, sino mantener a flote su negocio y "a los muchachos", sus empleados, para quienes tiene asegurados salarios para un mes y medio.
"Son 28 personas que dependen de este negocio, pero sólo estamos trabajando 12, los demás tomaron vacaciones adelantadas y obligatorias. Si las circunstancias y las autoridades nos lo permiten
,vamos a seguir laborando para el consumo de todos", afirma.
Pío Quinto ha tenido que enfrentar la caída de 90 por ciento de las ventas de carne de pollo, res y cerdo. También le ha afectado la depreciación del peso frente al dólar. Productos como el bistec americano subió 14 pesos, él absorbió 7 pesos y no afectar la venta.
"Ahorita no me interesa tener una ganancia, me interesa mantener el negocio y a los empleados", aclara.
Los apoyos ofrecidos por el gobierno federal no los quiere. Lo que él precisa son unos meses más para presentar su declaración fiscal y una tregua en el pago de cuotas.
"Yo apoyo al Presidente, ha demostrado que el que persevera alcanza, pero hay cosas que se me hacen incongruentes. Un apoyo de 10 mil pesos para nosotros como empresa no nos sirve. Lo que sí me gustaría es que nos diera una prórroga para pagar la declaración anual.
"Ellos nos piden el apoyo para el empleado, pero no estamos recibiendo nada a cambio", puntualiza. [nota_relacionada id=959892 ]
Su experiencia en malos momentos no deja que decaiga su ánimo. "Los jóvenes no se acuerdan, pero quienes vivimos el terremoto del 85 sabemos que sí se puede. Los que lo vivimos sabemos que saldremos adelante porque sabemos trabajar", concluyó.
Por Nayeli Cortés
lctl