Ciudadanos buscan evitar la crisis y falta de ingresos por la contingencia sanitaria, algunos con ingenio, otros más viendo por el bien común.
A Dalton Ávalos Ramírez, que se ha dedicado a fabricar piñatas, curiosamente el coronavirus lo ha sacado adelante. Desde que inició la emergencia publicó en redes sociales una piñata con forma del virus y ahora es la única que manufactura y vende, por su alta demanda.
En entrevista con El Heraldo de México, Dalton narra que incluso la embajada de China en México le habló para que quitara la imagen de un chino que había puesto en el diseño, lo cual retiró.
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Estefanía Partida sortea la crisis con ingenio, pero también viendo por el bien de las personas. En “Plop Detalles Divertidos”, diseña ropa y accesorios mexicanos, y, ahora en la emergencia sanitaria, fabrica tapabocas sanitizados de poliester y polipropileno, que se ajusta al rostro y son lavables.
Con imágenes del diseñador Docototl, Estefanía vende los tapabocas en 70 pesos por pieza, o kits con jabones y gel, por 140.
Estoy tratando de entregar lo mejor de mí. Con esto puedo sortear un poquito la crisis, pero tuve que decir adiós a dos personas de mi equipo porque la cosa está difícil”, cuenta.
En tanto, René González, comerciante de Chiconcuac, Estado de México, recurre a la picardía. Hace unos días comenzó a elaborar gorras con la leyenda “Pinche COVID” que cuestan de 150 a 200 pesos y vienen en distintos colores.
Los padres de Arturo Reyes cambiaron lo sartenes por máquinas de coser. Se dedican a la venta de comida en Toluca, pero sus ventas bajaron 80%, por lo que decidieron manufacturar cubre bocas caseros que venden en 30 por 90 pesos. [nota_relacionada id=950512]
Por Misael Zavala
eadp